Paquetes”

Las iglesias no son partidos políticos, pero quieren funcionar como tales. Tienen, en ocasiones, el mismo afán por reclutar feligreses, por sumar adeptos, que aprovechan situaciones tormentosas o de debilidad en los demás, para al tenderles la mano venderles un “paquete espiritual”, que tras el alivio algunas personas “compran” sin cuestionar.

Todos somos instrumentos que Dios usa para confortarnos los unos a los otros, pero cada quien debe encontrar su verdad espiritual, o su religión, si fuera el caso; afortunadamente, las leyes del universo funcionan hasta para los ateos y creernos que tenemos la “verdad” porque han ocurrido milagros en nuestra iglesia y que en las demás solo actúa el “señor de la oscuridad”, es iluso.

Ayudar al prójimo no debería involucrar diezmos ni donaciones que no surjan libremente del corazón. Si una iglesia o congregación espiritual está en orden divino, Dios encontrará la manera de hacerle llegar el sustento. Actuar contrario a esto es falta de fe.