Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

REFLEXIÓN

Tierra de todos

Avatar del Listín Diario
Teresa Valenti Batlle M.C.J.Santo Domingo

El corazón se estremece al ver a través de los medios de comunicación tantas muertes provenientes de personas que abandonan sus países buscando vivir más humanamente. Buscan un espacio que les dé acogida y se lanzan en pateras a un mundo incierto, corriendo el riesgo de sus vidas. El Señor nos dice en el Evangelio: “No andéis agobiadosÖ” ¡Señor, te pedimos, aumenta nuestra fe! El espectáculo es desolador. Violencia, agresión por sobrevivir. Se esfuerzan o mueren. Si se lanzan a esta aventura es porque en sus países ya no pueden vivir: hambruna, enfermedad y las consecuencias son la muerte. Prefieren morir en el desafío de las pateras. Jesús anunció un Dios que es amor y que no excluye a nadie. Ni razas, ni culturas, ni religionesÖ pero parece que lo hemos olvidado o que no hemos entendido el mensaje del Evangelio. Al cristiano tendrían que removérsele las entrañas al contemplar lo que puede verse a diario en la T.V. Estamos llamados a la unidad, no a la discordia y menos a la violencia por defender unos metros de tierra que determinan “lo mío” y “lo tuyo”. Pretender que los que carecen de lo elemental hay que excluirlos no es actuar en cristiano. En rostros de dolor, hambre, heridas y enfermedades no debemos excluir a nadie. Al Reino de Dios todos somos invitados acogiendo al extranjero y emigrante, al enfermo que arriesga su vida pensando que en otro espacio de tierra vivirá mejor. Acogerlo es un signo fehaciente de que el Reino de Dios está en nosotros. No podemos poner límites al amor de Dios. Quien rechaza a un semejante está rechazando a Dios mismo. Jesús no es monopolio de nadie. Todo el que esté a favor de la persona está con Dios, Él vibra en sus entrañas. Todo el que trabaja por la justicia, por la paz, por la libertad, es cristiano. Nada de lo humano es ajeno a Dios, su Hijo lo testifica y muere por todos. “Si amáis a los que os aman, ¿Qué mérito tendréis? Los paganos hacen lo mismo”. El amor que nos pide Jesús tiene que superar instintos, sentimientos. Es un amor universal que va más allá de lo que aparentemente vemos. Jesús habla de una ley no escrita que llevamos todos en lo profundo de nuestro ser y que lo vamos descubriendo en la medida que escuchamos y rumiamos la Palabra de Dios. Lo que Dios quiere es que despleguemos nuestras posibilidades y exigencias ocultas. Siempre que te aproximas a otro para ayudarle, te haces prójimo y te sientes enriquecido si das lo mejor de ti mismo, el dar y recibir acerca a Dios, al Jesús resucitado.

Tags relacionados