En la diana

Expectativa cambiaria y corrección monetaria

Primer Tiro

El pasado no es relevante, pero si y solo si la solución de los problemas del presente no depende de este, y tal es el caso de que decisiones de hoy modifiquen situaciones creadas por decisiones de ayer. No basta con señalar posibles errores de la política monetaria, pues estos han sido mucho menores que los aciertos. Lo que se impone es el análisis exhaustivo de la complicadísima situación actual y tratar de definir el mejor camino a seguir, pero siempre teniendo en cuenta que este será cada vez más sinuoso, empinado y empedrado, y que nada es gratis, lo que significa que para obtener cualquier beneficio siempre hay que pagar un costo, y que también, para lograr muchos objetivos, hay que disponer de muchos medios. El problema no es cuanto ha sido la devaluación, sino cuales serían las consecuencias inflacionarias de que la actual se mantenga constante en el corto y mediano plazo, y la identificación de la mejor solución de este. El punto de partida debe ser el reconocimiento de que en la situación actual es mucho mas difícil obtener, simultáneamente, un alto crecimiento y una baja inflación.

Segundo Tiro

Todos los caminos conducen a que la solución es un rápido cambio en la posición de la política monetaria que aumente la tasa de rendimiento de los depósitos e inversiones denominadas en moneda nacional. La teoría predice que el rendimiento mínimo demandado en moneda nacional en el mercado doméstico es la suma de la devaluación esperada, la tasa de interés de corto plazo en EU, y el margen del riesgo/país. En los momentos actuales el mercado doméstico demanda una tasa de interés mínima en moneda nacional en la frontera del 12% a un plazo máximo de tres años, mientras que en el mercado secundario de valores las transacciones de títulos denominados en dólares, a plazos similares, es de 6.5%, lo que indica que los inversionistas locales esperan un aumento de la tasa de cambio de 5.9%, casi exactamente la tasa de devaluación anual actual. Si se suma una tasa de interés en EU de 4%, y una prima riesgo/país del 2%, se obtiene un valor de 11.9%. Cuando se toma en cuenta la exención impositiva de la emisión global, el 10.5% demandado por el mercado internacional es equivalente a 11.7% sin exención impositiva, lo que confirma la tendencia a la convergencia en la demanda de rendimiento entre el mercado global y local.

Tercer Tiro

Las cifras anteriores constituyen evidencias empíricas robustas a favor de la hipótesis que plantea que el margen de riesgo/país y la tasa de política monetaria no son los factores más determinantes de la tasa de interés. La aceleración de la devaluación solo se detiene con una política que diluya las expectativas devaluatorias, lo cual, en el corto plazo, solo se consigue aumentando el rendimiento de los activos financieros denominados en moneda nacional. Aunque la inflación se mantiene dentro del rango meta, el diferencial de las tasas de política y de mercado empieza a empuja con fuerza hacia arriba la demanda de rendimiento en moneda nacional, y la fuerza del empuje será mayor en el muy corto plazo, pues así lo determinarían las expectativas y la convergencia que ajusta los diferenciales de tasas de cambio y de interés. Las expectativas cambiarias demandan correcciones monetarias.