UN MOMENTO
Él siempre nos espera
Dios siempre nos perdona porque su amor por nosotros no tiene fin. Aunque el pecado nos aleje de su presencia y nos distancie de los demás, Él jamás deja de esperar nuestro regreso. Su misericordia es más grande que cualquier error y, sin importar cuánto nos apartemos, Él siempre está dispuesto a acogernos de nuevo.
Al experimentar este perdón constante, somos llamados a imitar a Jesús, quien nunca se cansa de perdonarnos, y a ofrecer ese mismo perdón a los demás, sin medida ni reservas.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.