Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Ideando

Para todo hay límites

Pretender que la forma de producir y conducir espacios en los medios de comunicación de hoy responda a patrones de los años 80 es una aberración generacional. Aspirar a que los contenidos sean iguales a aquellos, también es un desatino inaceptable y absurdo. Cada época tiene su código lingüístico para poder conectar con sus receptores, sus principios y sus normas.

Esta es una generación digital y sus componentes responden al lenguaje de la época.

A pesar de todo ello, desde mi óptica, y pensando en los modales éticos que no están sujetos a los tiempos, entiendo que muchas cosas deben preservarse y ser dignas de ser imitadas en todas las épocas.

Los jóvenes de hoy deben producir contenidos que satisfagan a la audiencia de hoy, pero sin transgredir los principios éticos de la sociedad y del oficio. Debe haber un mínimo de cuidado en la forma y el fondo de esos contenidos. Sobre todo cuando los mismos se difunden a través de espacios abiertos de televisión a los cuales tiene acceso todo el mundo.

El afán por conquistar públicos masivos no puede estar por encima de las normas. La aspiración de conquistar las audiencias mayores no debe estar por encima de la decencia del lenguaje y los buenos modales. El irrespeto no puede sobrepasar las buenas costumbres.

Se advierte un desborde, un desparpajo inaudito por llamar la atención apelando a sordideces escandalosas.

Es legítimo el deseo del reconocimiento público y el de querer trascender a través de un medio de comunicación, pero para todo hay límites y prudencias que son pertinentes.

El éxito es meritorio cuando se alcanza respetando las normas y las reglas que impone la sociedad.

Aunque respondiendo a los cánones de hoy, abracen sus sueños sin alejarse de lo bueno de ayer y de siempre, valores que adornan a todas las obras que son dignas de ser imitadas en todos los tiempos.

//BOTON TEMPORAL FLIPPAY