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Inteligencia Artificial vs. Inteligencia Natural

La tecnología no debe dirigir la educación ni ser el centro del aprendizaje, debe ser una herramienta más, como el libro, la pizarra y la tiza. La educación tiene como objetivo desarrollar Inteligencia Natural (IN), y la Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a ese objetivo, nada más. Necesitamos una combinación de tecnología y pensamiento humano que potencie el aprendizaje sin reemplazarlo. Suecia, una nación líder en educación, en el 2009 cambió los libros por computadoras. Ahora retrocedió, eliminó las laptops porque generan distracciones y disminuyen la capacidad de concentración de los estudiantes. Retornó a los libros de texto, reforzando la idea de que la tecnología debe complementar al educador, no suplantarlo. Este es un ejemplo de cómo un país avanzado reconoce la importancia de equilibrar innovación con métodos tradicionales.

La medicina

ofrece otro ejemplo

Un reciente artículo en The New York Times describió el impacto de la IA en la atención médica titulado: “El robot doctor lo atenderá en un momento”. La comunidad médica señala que la mejor opción es combinar las habilidades de los médicos con la IA, logrando diagnósticos más precisos y atención más eficiente. Los beneficios son claros: menos tiempos de espera, mejores resultados y una atención más humana.

Del mismo modo, en la educación, la IA debe utilizarse para aliviar la carga administrativa de los docentes, personalizar el aprendizaje y optimizar el tiempo en el aula, pero sin reemplazar la interacción humana esencial para la formación integral de los estudiantes.

Escribir a mano sigue siendo clave para el desarrollo de la coordinación y la concentración en los niños. Mejora la memoria, fortalece la conexión entre el pensamiento y la acción, y fomenta la capacidad de resolver problemas sin depender de dispositivos electrónicos.

Como director de la MS 327 en El Bronx, équilibré tecnología y aprendizaje tradicional con dos clases diarias de matemáticas: una con dispositivos tecnológicos y otra solo con papel y lápiz. Como superintendente del Distrito 6, promoví un enfoque similar, donde los estudiantes investigaban con laptops, pero escribían sus ensayos a mano antes de digitalizarlos, fortaleciendo el pensamiento crítico y la escritura.

Uno de los objetivos centrales de la educación es liberar al ser humano. Si esclavizamos a los niños a los dispositivos electrónicos, estamos cometiendo una gravísima contradicción.

Las tareas escolares, los “deberes”, también refuerzan la responsabilidad y la organización del tiempo, habilidades esenciales para el crecimiento personal y profesional.

En la República Dominicana, actualmente se está evaluando a los maestros para medir su capacidad pedagógica. Aquellos que no alcancen un 70% en la evaluación no recibirán incentivos económicos. Esto representa una oportunidad para introducir tecnologías que los ayuden a mejorar. Sin embargo, el verdadero progreso requiere una cultura de aprendizaje a nivel sistémico. No solo los maestros necesitan formación, sino también los líderes escolares, incluyendo directores de escuelas, distritos y regiones. Capacitar a toda la comunidad educativa es clave para una integración efectiva de la tecnología en las aulas.

Para aprovechar al máximo la IA sin afectar el desarrollo de habilidades esenciales, es fundamental encontrar un equilibrio.

La tecnología debe fortalecer la enseñanza sin reemplazar el aprendizaje práctico, la escritura manual, el pensamiento crítico y la interacción humana dentro del aula. Ningún mecánico está al servicio de sus herramientas. Los educadores, mucho menos. La tecnología y la IA, como herramientas, deben estar al servicio de la educación, no al revés. La revolución educativa con IA es inevitable, pero debe ser gestionada con responsabilidad. Las escuelas exitosas sólo se forman cuando todos los miembros de la comunidad educativa —estudiantes, padres, maestros y líderes escolares— aprenden a desarrollar su rol dentro de la organización. La clave está en una educación que combine lo mejor de la tecnología con el desarrollo de la inteligencia real, asegurando que el aprendizaje siga siendo una herramienta para el crecimiento y el desarrollo de la sociedad. Manuel V. Ramírez, ex superintendente del sistema educativo neoyorquino, el más grande de la nación. Actualmente, Presidente & CEO de SELDM LLC, una firma de consultores dedicados a fortalecer el liderazgo educativo con formación estratégica para transformar y mejorar escuelas.