Fumata blanca para Cónclave
Un filme sobre las intrigas en el Vaticano ha sido una de las grandes sorpresas de 2024. No es la primera vez que se lleva al cine los hilos que mueve la curia al más alto nivel, pero Cónclave, dirigida por el alemán Edward Berger, ha superado las expectativas tanto en recaudación de taquilla como en elogios por parte de la crítica.
Cuando falta poco para una ceremonia de los Oscar en una ciudad, Los Ángeles, más preocupada por la reconstrucción debido a los fuegos que por el glamour de Hollywood, este filme, que se estrenó sin estar en la primera línea de los favoritos a la hora de llevarse galardones, va acumulando premios en diversos festivales y podría situarse entre los primeros a los que aspiran a llevarse la codiciada estatuilla en el Teatro Dolby.
Cónclave, la película, está inspirada en la novela homónima que Robert Harris publicó en 2016 con bastante éxito y dentro del género de lo que se conoce como airport novels, esos libros (usualmente de misterio o romances) que los viajeros compran en los estands de los aeropuertos para disfrutar de una lectura amena a lo largo de un vuelo o en las salas de embarque. Sin duda, Berger, acompañado por un elenco de estrellas como Ralph Fiennes, John Lithgow o Stanley Tucci, ha retenido la esencia de este thriller religioso que arranca con la sospechosa muerte de un Papa ficticio.
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