Ideas Puntuales
Najayo Mujeres
Desde hace varios meses a mi teléfono de Listín Diario entran llamadas del Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres para pedir ayuda por alguna situación. Las internas llaman, mayormente, porque tienen algún problema de salud. Casos como el de Cristina Virginia González Hernández, quien padecía de cáncer y no tenía las atenciones correspondientes, y Paola Michell Torres, que sufría un sangrado, son ejemplos de que no miento y que fueron atendidas luego de que se publicaran las informaciones en este medio.
La situación de las llamadas con denuncias ha continuado, a veces solo sirve para desahogarse porque desde mi posición no puedo hacer nada.
En estas conversaciones me han contado que no hay medicamentos “ni una simple acetaminophen”, no hay médicos de noche, las extranjeras pasan mucho trabajo por la falta de dinero para comprar cosas, en el economato no hay variedad de productos, hay muchas ratas y malos olores de aguas residuales; les venden dos carnes y cinco fritos por 250 pesos, pero lo más peligroso de todas las historias es que las agentes penitenciarias “les facilitan” diferentes tipos de “cosas” que luego les quitan en las requisas.