EN ESPECIAL

Optimizar el tiempo de Abinader

Comencemos por optimizar el tiempo del Presidente, definir las fuentes de los recursos imprescindibles que buscaría la fallida reforma fiscal y finiquitar el “españabobismo” de numerosas instituciones, pendientes de decretos de cambios de sus titulares.

Los presidentes están reservados para los temas trascendentales, salvo en los períodos electorales en los que hay “cargar mo’cosos y besasr viejas”, que no es la agenda de Luis Abinader, impedido constitucionalmente de buscar la reelección.

Corroe la imagen de un jefe de Estado cuando se le reduce a inaugurar obras que no estarían a la estatura ni de un ministro, un alcalde o un director general.

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