En la diana

Reformas para la sostenibilidad del triple déficit publico

Primer Tiro

La economía enfrenta tres déficits estructurales, los que sumados representan el déficit del sector publico consolidado. El primero es el del Sector Público no Financiero (SPNF), el que en el año recién concluido ascendió, según cifras oficiales muy preliminares, a RD$ 217,754.6 millones, equivalente a un 2.92% del PIB. El segundo es el déficit de las empresas distribuidoras de electricidad (EDES), el cual tiene dos componentes: 1) perdidas por energía comprada y no facturada ni cobrada, el que en base a los datos a septiembre podrían estimarse en la frontera de US$ 950 millones; y 2) perdidas por facturación y cobro a precio por debajo del necesario para recuperar todos los costos, estimadas oficialmente en RD$ 50,820.1 millones. La suma de ambos componentes arroja que el monto de este déficit es equivalente a 1.46% del PIB. El tercero y último de los déficits es el cuasi fiscal del Banco Central, el cual ascendió a RD$ 33,742.8 millones en el 2024, equivalente a un 0.45% del PIB.

Segundo Tiro

La suma de los tres déficits públicos estructurales representa el 4.83% del PIB, cifra que exhibe una tendencia de largo plazo claramente ascendente, la que no podría revertirse sin un profundo, duradero, intenso y extenso programa de reformas, el cual, por su naturaleza y alcance, seria extremadamente complejo en su diseño e implementación. La reducción del déficit del SPNF requiere de un conjunto de reformas especificas orientadas a aumentar los ingresos fiscales y la eficiencia del gasto público. Mucha tinta y neuronas han sido utilizadas en los análisis correspondientes, pero todas las conclusiones apuntan a que cuando se suman las oportunidades de aumento en la eficiencia (fusiones de instituciones y programas presupuestarios, optimización de procesos y reducción de requerimientos de bienes, servicios y personas para mantener constante la cantidad de la producción publica de bienes y servicios), con las de aumento de los ingresos tributarios por la vía de la reducción de la evasión y la elusión fiscal, el resultado podría superar de manera significativa el déficit actual del 2.92% del PIB.

Tercer Tiro

La decisión de administrar la oferta de electricidad en función de los cobros a los usuarios será un antes y un después en la historia del déficit de las EDES, lo cual se puede entender fácilmente cuando se toma en cuenta que la misma ataca las dos causas o componentes del déficit citados en el primer tiro. Pero hay un solo y gran problema: aislar eficientemente a uno o a un grupo de usuarios que se roba o no paga su factura eléctrica requiere de grandes inversiones, las cuales hay que presupuestar y financiar, y no hay en carpeta una gran reforma orientada a lograr estos resultados. Por último, la reforma necesaria para atacar el déficit cuasi fiscal ha sido planteado varias veces: traspasar la deuda de largo plazo del Banco Central al Ministerio de Hacienda (MH) y unificar el mercado de deuda publica en una sola curva, en la que la institución monetaria emitiría en el corto plazo y el MH en el largo plazo. De manera consolidada, es obvio que un programa de reforma orientado a alcanzar la sostenibilidad del triple déficit se puede diseñar y poner en ejecución en un periodo de gobierno, pero su resultado lo trasciende.