CONTROVERSIA
Maduro aislado
El pasado 10 de enero inició en Venezuela la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro, luego de que obtuviera de manera fraudulenta la acreditación de haber ganado las elecciones de ese país sin actas de escrutinio que lo avalaran. Con ese acto Nicolás Maduro consumó un golpe de estado en Venezuela, convirtiéndose a partir de ese momento en un dictador.
Lo hecho por Maduro para retener el poder en Venezuela fue tan atroz y condenable que el repudio mundial es cuasi unánime, incluyendo a la llamada Izquierda de América Latina, que en general no le ha dado apoyo. Sólo los dictadores de Cuba y Nicaragua asistieron a su escurridiza toma de posesión.
Nuestro país, en deuda histórica con Venezuela, ha recibido y acogido al presidente electo por las mayorías del pueblo venezolano, don Edmundo González.
Felicito al presidente Luis Abinader por haber asumido una posición vertical y correcta en defensa de la democracia y la libertad del oprimido pueblo venezolano. Es importante recordar que cuando tuvimos los dominicanos una situación similar en las postrimerías del régimen de Trujillo, Venezuela, bajo la presidencia de Rómulo Betancourt, fue clave en el aislamiento internacional del tirano, al grado de poner en riesgo la propia vida del mandatario venezolano en 1960.
Lo cierto es que Maduro está en aislamiento internacional, pero sobre todo y lo más importante, en aislamiento popular en su país. El pueblo pobre, que equivocado o no siguió ciegamente al Comandante Hugo Chávez, ya no está con Maduro y se demostró en las elecciones pasadas en que votó por un cambio en favor de Edmundo González.
La pregunta que todos se hacen con razón es qué va a ocurrir en Venezuela. Lo cierto es que no será lo mismo para Maduro lidiar en esta coyuntura con la Administración Biden que con la Administración Trump y Marcos Rubio.
Lamentablemente, la Administración Biden, después de acusar a Maduro de narcotráfico y pedir recompensa por su paradero, terminó negociando con él, liberándole a su testaferro Alex Saab y levantando las sanciones económicas, creyendo ingenuamente en las promesas del dictador de que haría una transición pacífica. Esa negociación con Estados Unidos en la Administración Biden no solo oxigenó la dictadura de Maduro, sino que le dio la sensación a su cúpula militar de que tenía un acuerdo con Washington.
A partir del 20 de enero con Trump en la presidencia el panorama de Maduro y su dictadura aislada es diametralmente distinta, porque el presidente Trump ha dicho que una de sus primeras medidas será declarar a los carteles de la droga como amenaza terrorista para los Estados Unidos y Maduro y Diosdado Cabello están formalmente acusados por Estados Unidos, que está ofreciendo una recompensa de 25 millones de dólares y que tiene una ley en el congreso para subir esa recompensa a 100 millones de dólares.
El cambio de administración en Washington sin duda tendrá un factor importante para saber si caerá o se consolidará la dictadura de Maduro.