Necesidad de agilizar la terminación de las obras públicas
Desde hace mucho tiempo he venido observando con mucha preocupación una lentitud en lo que a la terminación de las obras públicas iniciadas respecta, siendo en ocasiones altamente cuestionable de cara a la planificación que desde el gobierno se hace en ese sentido, lo que por igual deja mucho que desear desde el punto de vista de la ejecución presupuestaria.
He de admitir que me resulta algo extraño y hasta me causa asombro el hecho de que desde las instancias oficiales, en este caso lo que tiene que ver con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), para sólo quedarnos con un caso, se informe como un logro histórico la ejecución presupuestaria, situándola en un 99%, y que en contrapartida tengamos obras diversas en espera de culminación, a veces incluso obras sencillas como la terminación del soterrado de tuberías de un acueducto determinado y el repavimentación del tramo carretero afectado, con el alto riesgo que implica y poniendo en peligro la vida de seres humanos, por aparentes descuidos injustificados.
En el caso del Ministerio de Obras Púbicas y Comunicaciones, hasta donde conocemos en términos oficiales en el 2024 ejecutó el 99% de su presupuesto, siendo este para el año pasado de 38 mil 938 millones, 921 mil 692 pesos con 7 centavos, ejecutando a su vez 38 mil 508 millones, 849 mil 440 pesos con 8 centavos.
De ser ciertas estas cifras ofrecidas, sobre las que no tengo en estos momentos ningún elemento disponible para refutarlas y que para nada es el interés; más bien pudiera ofrecer una felicitación y hasta manifestar mi personal satisfacción por el “logro” resaltado, entonces pienso que debe revisarse lo que tiene que ver con la planificación, porque existen obras públicas diversas sobre las que se han hecho “decenas” de anuncios oficiales, ofreciendo incluso fechas específicas para su culminación y hasta para la inauguración, sin que se haya producido ni una cosa ni la otra.
Pero además, y claro está, desde la óptica de un dominicano más, sin ninguna formación técnica en esos aspectos, estimo que existen por igual obras públicas que por la sensibilidad que encierran deben ser agilizadas de la manera más eficiente posible, procurando reducir el tiempo en cuanto sea posible y técnicamente correcto, de manera que se eviten retrasos que puedan ser evitables.
Como hemos de saber, sin ser ni por asomo un conocedor de la materia y sin pretender serlo o aparentarlo, pero que con una mirada simple se puede llegar a la conclusión de que, obras que obstaculizan el tránsito en arterias de suma importancia por la ubicación geográfica de las mismas, que en ocasiones se trata de la entrada y salida a las principales ciudades del país en términos de afluencia de personas y vehículos, deben ser agilizadas con brigadas habilitadas para jornadas especiales, de tal manera que de ser posible se pueda trabajar 24 horas al día los siete días de la semana (24/7), procurando reducir a su mínima expresión el caos que indefectiblemente se origina y que si no se pone atención a estos aspectos podrían prolongarse indefinidamente en el tiempo.
Si se cuenta con una buena planificación, lo que obviamente debe incluir la partida presupuestaria correspondiente y los plazos para su culminación, con los imprevistos que en obras de esta naturaleza también se prevén, podremos tener obras de suma calidad pero construidas en tiempo récord y eso sí que es eficiencia, esto es, mantener la calidad y reducir los plazos cuando de obras públicas se trate, como carreteras y demás edificaciones públicas. Cuando se trate de casos fortuitos y que como tales imprevisibles, es claro que en esos casos se justifica determinado retraso, lo que debe ser oportunamente informado en detalles a la población, que es, a fin de cuentas, la que aporta los recursos para tales obras.
De tal manera que deseándole los mejores parabienes en su conjunto al gobierno dominicano, pienso que una sana exhortación es revisar lo que respecta a la planificación y a la culminación en el menor tiempo posible de las obras públicas, sin sacrificar en nada la calidad y por supuesto la transparencia.
Nada exhortaré de cara a la ejecución presupuestaria, pues si en el caso de Obras Públicas en el año 2023 su ejecución fue de un 97% y en 2024 de un 99%, como se indica, lo que resta es felicitarles y exhortarles a continuar adelante, pero por favor, eso sí… procuren que las obras y edificaciones públicas se hagan en el menor tiempo posible evitando caos en todo el sentido de la palabra, principalmente en el tema de las obras viales.
El autor es ocoeño y egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).