El tablero cambió: Terminó la luna de miel

Los movimientos que observamos invitan a pensar casi con meridiana claridad, que estamos en campaña y que en el fondo, faltando todavía prácticamente cuatro años para las elecciones del 2028, todavía se pueden dar jugadas estratégicas clave, que modifiquen el cuadrilátero electoral en las próximas elecciones presidenciales.

Al parecer, las señales de humo comienzan a producirse y fluir en todas direcciones en el escenario político y en los medios de comunicación. Vemos al presidente Luis Abinader, en actividades de contacto directo con la comunidad, prometiendo la política de Hambre Cero, reuniéndose con sectores atípicos pero estratégicos y los más reciente, teniendo un almuerzo navideño con los moto conchistas.

El presidente Abinader luce implementar una nueva política de brincar charquitos en su propio estilo de visitas anunciadas, porque las visitas sorpresas ya tienen la marca registrada del ex presidente Medina.

En todo este año 2024, medidas impopulares se intentaron, sin embargo se dieron marcha atrás, mientras el tribunal constitucional ha hecho lo propio y hasta ahora correcto, declarando inconstitucionalidades a diestra y siniestra.

Mientras el botín de guerra sigue alimentando la boa insaciable de la cultura política dominicana y a los funcionarios de turno con derecho a ser nuevos ricos, y han surgido nuevos súper escándalos inexplicables, como el alijo de las 9.5 toneladas y del que la oposición exige explicación, y casi como respuesta coincidente, se reabre el caso de corrupción de los Súper Tucanos, que en teoría había muerto, pues se había declarado extinto penalmente.

Al parecer el tablero comienza a temblar mientras luce haber terminado la luna de miel entre el PRM y la FUPU, y todo luce indicar que a partir de ahora, solo se podrán ver guantes de boxeo, entrenadores y púgiles, intentando subir solos al cuadrilátero.

Aunque es muy posible que este tema de los Súper Tucanos, también sea definido en el mismo tribunal de los súper héroes nativos, el tribunal constitucional.

Es posible en la guerra política virtualmente desatada, que al revivir este caso, podría también traer por los moños otros casos que se habían declarado extintos u olvidados, y que por tratarse de temas relacionados con la corrupción administrativa de pasados gobiernos, como es este último citado, podrían ser re abiertos.

Aunque uno de los criterios que se han aducido para mantener cerrados casos parecidos, ha sido el principio que indica, que una persona puede ser juzgada dos veces por la misma causa. Concepto que al parecer podría ser nuevamente utilizado, para regresar al archivo muerto este caso que se había considerado extinto y que un nuevo tribunal re abrió.

Pero el ambiente de tormenta se formó enseguida, una acción trajo una reacción. Y acusaciones mutuas lucen surgirán y para comenzar la pelea del año: 10 Toneladas de Cocaina contra Los Tucanos.

Y con estas iniciativas exitosas o fallidas, parece que se volverán a enfrentar el huevo y la piedra, revestidas como ribetes de retaliación, que podrían mantener en jaque dirigentes políticos de oposición.

Esto a la vez suma posibilidades, para que el presidente de la república Luis Abinader, de un paso atrás y se habilite para volver a intentar un tercer periodo en el 2028.

Pero en adición como un aliado silente y contra partida, también podría habilitarse al ex presidente Danilo Medina, ya que ambos están en la actualidad, en la misma posición de no poder aspirar nuevamente a la presidencia por razones constitucionales, cosa que no sucede con ningún otro ciudadano de la república.

De todas formas, el ambiente político actual luce continuar en la temporada ciclónica terminada, y el tiempo restante de la presente gestión de gobierno, que es suficientemente amplia, podría permitir planificar o hacer suceder muchas cosas, que a la larga podrían redefinir el escenario político en progreso, y en la recta final los contrincantes que realmente competirán en el cuadrilátero podrían traer nuevas sorpresas.

La misma definición reciente de las candidaturas independientes, abre una ventana a nuevos intérpretes de la canción política del país, y nuevos ritmos musicales podrían acompañar la comparsa electoral dominicana y competir con la bachata y el merengue.

A pesar de que el disgusto de la gente se percibe, por muchos desaciertos, improvisaciones y nuevas arbitrariedades hasta en tiempos de fiestas navideñas, y de que en la primera gestión de gobierno, los cambios no fueron reconocidos como tales por la población. A pesar de esto, la capacidad de maniobra política que ha mostrado el presidente Abinader, no tiene nada que envidiar a pasadas gestiones.

Por otro lado el mismo estilo casi cantinflesco de liderazgo mostrado por la gestión del cambio, al decir con tanta frecuencia: que no dije digo sino que dije diego.

Ha acostumbrado al país a no creer en las cosas que se dicen, o se comunican oficialmente. Y lo que es peor, se ha creado una nueva mística que reviste de incredulidad y desconfianza a cualquier iniciativa gubernamental, pues la mayoría de ellas no se han podido sostener con su práctica administrativa, deteriorándose la credibilidad, autoridad, respeto y confianza necesaria para el éxito de cualquier estrategia conveniente.

A pesar de este ambiente, y de esa imagen creada y sostenida en la actual gestión del cambio, la tasa de rechazo para los principales líderes de oposición lucen seguir siendo muy altas, y esto mantiene abierta la puerta para que el presidente Abinader, reconsidere su posición al iniciar este nuevo mandato, de retirarse y no participar en las elecciones del 2028.

Y dándole fuerza a esta eventual posibilidad, luce ser que en su propio partido político, no existen posibilidades altas para un relevo ganador ni en las primarias ni al nivel presidencial o lideratos que se equiparen con la estatura ya alcanzada por Luis Abinader como primer mandatario de la nación.

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