EN ESPECIAL

¿Podrá unificarse la oposición en 2028?

Alucinante. Danilo Medina recorre pueblos con la bandera de la “renovación” y la “transformación” del PLD, desplazado de manera vergonzosa del poder por el fulminante ego del político. Después de ser partido-estado, hoy carece de senadores, solo 13 diputados, decenas de alcaldes y sin incidencia para definir las llamadas altas cortes.

Temor, respeto, agradecimiento, control del voto posibilitaron la permanencia de Danilo Medina en la presidencia del PLD, pese al desastre electoral de la organización en 2020 y su agravamiento en 2024. Algunos quisieron convencerse que era preferible tenerle como símbolo en la reorganización partidaria, ya jubilado electoralmente. Una suerte de ad-advitam, sin la titularidad que solo cabe a Bosch. Sin embargo, el sureño protagoniza los actos morados con el entusiasmo de un candidato.

(El presidente Luis Abinader, en el acto de proclamación de la nueva Constitución afirmó que rechazó negociaciones políticas para habilitar electoralmente a Danilo Medina. El exmandatario negó la versión).

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