PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA
¿Qué orienta la misión de los jesuitas hoy en día?
El 19 de febrero del 2019, el Padre General Arturo Sosa escribía a todos los jesuitas comunicándoles las preferencias apostólicas universales para los años 2019 - 2029.
Desde el 2004, durante el generalato de Hans Peter Kolvenbach (1983 – 2008), los jesuitas perseguíamos estas prioridades: apoyar las labores apostólicas en África y China, la responsabilidad de toda la Compañía con las obras interprovinciales en Roma encomendadas a la orden por los Santos Padres, proseguir con dedicación el apostolado intelectual y el servicio a los refugiados y a los migrantes.
Desde el 2017, durante 16 meses, toda la Compañía se involucró en un proceso de discernimiento. Los jesuitas se interrogaron acerca de “la mejor manera de colaborar en la misión del Señor, la que más conviene al servicio de la Iglesia en este momento, la que mejor podemos realizar con lo que somos y tenemos, buscando hacer aquello que sea de mayor servicio divino y bien universal.” Se sopesaron varias posibilidades, todas buenas y se escogieron cuatro.
Estas son las cuatro preferencias apostólicas: 1. Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento. 2. Caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia. 3. Acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador y 4. Colaborar en el cuidado de la Casa Común.
El 6 de febrero de 2019, el Papa Francisco aprobaba las prioridades presentadas y opinaba que el proceso llevado a cabo por la Compañía para “llegar a las preferencias apostólicas universales fue (…) un real discernimiento”. Francisco daba su visto bueno a lo presentado: las preferencias propuestas “están en sintonía con las actuales prioridades de la Iglesia expresadas a través del magisterio ordinario del Papa, de los Sínodos y de las Conferencias Episcopales, sobre todo a partir de Evangelii gaudium” (Carta Apostólica, 24-Nov-2013).
El papa Francisco apuntaba que, “la primera preferencia es capital porque supone como condición de base el trato del jesuita con el Señor, la vida personal y comunitaria de oración y discernimiento”. Y añadió: “sin esta actitud orante lo otro no funciona”.
Ahora toca encarnar estas prioridades en la misión de reconciliación y justicia a la que la Iglesia envía a los jesuitas junto con otros.