Presidente: y después de usted, ¿qué?

El gobierno de Luis Abinader vive un momento político difícil. Un déficit de comunicación entre el mandatario y la gente parece ser aprovechado por una oposición tan desprestigiada, que su única arma política es subirse en las pifias y vacíos del oficialismo. Se siente una crisis de liderazgo.

Abinader tiene dos principales frentes: de un lado, su propio partido y su tradición política de zancadillas internas y chantajes, ante lo cual el mandatario ha cedido muchas veces; y, del otro, la propia ideología del presidente y su gabinete, demasiado a la derecha para los tiempos que corren y lo que requiere la nación en términos de justicia social.

Si todo sigue igual, parece probable un regreso al poder de Leonel Fernández en el 2028. Sería un revés más para el país, sobre todo después del alarido popular del 2020, donde la gente (y no el PRM) llevó a Luis Abinader al Palacio, pidiendo fin de la impunidad y más democracia real.

Si Fernández llegara nuevamente a gobernar, sería de responsabilidad de Abinader en un nefasto legado a la historia.