En dos significativos actos políticos y culturales realizados el miércoles y domingo pasados, cientos de compañeras y compañeros rindieron honores a la memoria de Raúl Pérez Peña (Bacho) y de Iván Rodríguez, respectivamente, en ocasión del primer aniversario de sus fallecimientos.

Las trayectorias de vida de Iván y de Bacho estuvieron marcadas por una lealtad incondicional a los ideales de Manolo Tavárez, el ser humano que lideró e inspiró a varias generaciones de dominicanos sobre la posibilidad de un país con justicia social y dignidad para todos y todas.

En este tiempo gris neoliberal, donde las mayorías continúan políticamente marginadas, viviendo dentro de calamidades humanas y desigualdades sociales aberrantes, se hace necesario volver a creer en un futuro distinto al que invitan los discursos de resignación dominantes en el presente.

Los ejemplos de Iván y Bacho preservan una vigencia y una función social dentro de la compleja realidad social que padece nuestro pueblo. Banderas de esperanza, ruta de unidad, Iván y Bacho son hoy símbolos necesarios para fortalecer la fe y lucha por un porvenir auténticamente democrático para todos.