Impacto de las deportaciones masivas

Nuestro país ha iniciado un plan de deportaciones masivas de haitianos, con el objetivo de repatriar a 10,000 personas semanalmente, en cumplimiento de nuestras leyes de inmigración. Este proceso genera preocupaciones debido al rol de la población haitiana en sectores vitales de la economía, especialmente en el campo, donde su mano de obra es esencial para la producción agrícola. La realidad es que la mayoría de los dominicanos no se involucra en labores de siembra y producción agrícola, lo que hace que los trabajadores haitianos sostengan gran parte de la producción de alimentos en el país.

El contexto demográfico muestra una creciente demanda. La población nacional de 10.7 millones, sumada a más de 2.5 millones de haitianos migrantes y 10 millones de turistas anuales, eleva la demanda de alimentos a niveles sin precedentes. Productos básicos como frutas, vegetales, pollo, huevos, carne de res y cerdo, entre otros, son esenciales para este consumo masivo. Si la producción local se reduce debido a la falta de mano de obra, el país se verá forzado a importar alimentos, generando una mayor demanda de dólares.

Esta presión sobre la demanda de divisas podría disparar el tipo de cambio, obligando al Banco Central a utilizar sus reservas para estabilizar la tasa de cambio y mitigar posibles alzas en los precios. Esto, a su vez, afectaría las finanzas nacionales y pondría en riesgo la estabilidad económica.

Para enfrentar esta problemática, sería prudente implementar políticas que regulen la mano de obra haitiana en el sector agrícola, permitiendo un censo o registro que clasifique su contribución. Solo así se podrá equilibrar la aplicación de la ley migratoria con la protección de la producción agrícola y el bienestar económico de la nación.