TESTIGO DEL TIEMPO
Segunda venida de Trump
El retorno de Donald Trump al poder ocurre en medio de grandes incertidumbres, y mayúsculas expectativas, sobre política internacional, nacional, también su seguridad personal.
Trump controlará todos los estamentos de poder político nacional, aseguró el Senado, puede controlar la Cámara baja y tiene la Suprema Corte de Justicia.
Trump prometió desmantelar la burocracia que controla la seguridad nacional, eso puede tener serias implicaciones para su seguridad.
Prometió deportar millones de indocumentados, pero quizá solo pueda deportar a quienes tengan antecedentes criminales en sus países de origen, la economía necesita mano de obra.
Trump ni es ni parece el mesías que salvará a nadie, pero si reduce o termina las masacres guerreristas, y cambia la política exterior, estaremos avanzando.
Prometió terminar la guerra de Ucrania, todavía el presidente Joe Biden puede complicarla. Ya veremos qué hará con los $350 mil millones que bancos europeos y estadounidenses le retienen a Rusia, ¿le devolverá el dinero a Moscú?
La alianza militar occidental, la OTAN, corre peligro, Washington no puede seguir financiándola y Europa está en bancarrota.
Lo de Israel, Gaza, el Líbano, Yemen e Irán es diferente, Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí empuja su propia agenda, nadie lo controla.
Los latinos y negros votaron masivamente por Trump, los demócratas no asumen responsabilidad por su derrota, y culpan a esos grupos, evadiendo su oscuro, incierto futuro inmediato.
Trump dijo que retomará la guerra comercial y tarifaria con China, eso sólo aumentará los precios de bienes, servicios y la inflación.
Trump enfrentará una seria crisis económica y seguridad pública doméstica, también las deuda pública y privada impagables. El dólar perdió poder e importancia estratégica, luego de que Biden lo utilizara como un arma contra Rusia, los países del BRICS diseñan una moneda para sustituirlo.
Muchos economistas aseguran que tendremos una crisis financiera el año próximo.
A Miguel de Cervantes le exigieron escribir una segunda parte de El Quijote. Se negó; insistieron, accedió. Y empezó escribiendo “Aunque nunca segundas partes fueron buenas…”, así iniciamos la segunda venida de Trump.