En la diana
Reducción de pérdidas eléctricas
Primer Tiro
El tercero de los “ajustes de lugar” necesarios para obtener los resultados fiscales del retirado proyecto de reforma tributaria estaría representado por los proyectos y acciones necesarias para reducir las pérdidas de las empresas distribuidoras de electricidad (EDEs), los cuales deben ser analizados, diseñados y priorizados en función de su impacto en las pérdidas totales, para lo cual hay que tomar en cuenta que estas se pueden clasificar según las causas que la originan. La primera categoría la representan las perdidas por compras de energía no facturada. Si se toma en cuenta que el promedio de largo plazo de las perdidas asciende al 37% de la energía comprada, que los promedios de la cantidad comprada y precio medio de compra son de 17,500 GWH y US$ 0.155, respectivamente, entonces se llega al resultado de que, en caso no ejecutar ningún proyecto o intervención, el monto promedio de largo plazo de las perdidas serian de US$ 1,003.63 millones. Estas pedidas, que representan el 0.82% del PIB, pueden ser reducidas de manera significativa con proyectos de regularización de clientes y usuarios de las EDEs.
Segundo Tiro
La segunda fuente de pérdidas de las EDEs proviene de la aplicación de un precio promedio de venta menor al de compra, lo cual conduce directamente al tema de la transición hacia la tarifa técnica que eliminaría esta diferencia, lo que a su vez ha sido engavetado por el cuasi liquidado pacto eléctrico. Asumiendo que la tarifa técnica que cubre el valor agregado de distribución es de US$ 0.04, y tomando en cuenta los datos del párrafo anterior, el promedio de largo plazo de las pérdidas financieras de la cantidad de energía facturada y cobrada seria de US$ 441.0 millones, lo cual significa que las perdidas esperadas totales, por energía no facturada, y por energía facturada y cobrada con precios por debajo de sus costos, ascendería a un total de US$ 1,444.63 millones, cifra equivalente a un 1.19% del PIB del año pasado. Esta y las cifras anteriores deberían ser comparadas con los objetivos de recaudación del proyecto de modernización tributaria retirado.
Tercer Tiro
Un programa de regularización de usuarios con conexiones ilegales y de clientes sin medidores requiere de inversiones, y sus resultados no se obtienen de un día para otro. Asumiendo que la reducción de las perdidas por energía comprada y no facturada sea de cinco porcentuales por cada año, se requerirían de cuatros años para llevar el porcentaje de perdidas actuales al valor del 17%. Aunque gestionar la demanda (suplir electricidad a los circuitos y a los territorios donde las pérdidas son menores al promedio) es una alternativa que puede dar resultados inmediatos, hay que tener pendiente que también habría que considerar un cuarto y último ajuste de lugar: el de las perdidas cuasi fiscales del Banco Central, y que la capacidad de sustituir los efectos en los ingresos del proyecto de reforma tributaria dependería también de la decisión con respecto al primer y segundo ajustes de lugar: la racionalización y aumento de la eficiencia del gasto público primario, y la reducción de la evasión y la elusión tributaria mediante el impuesto sobre la renta mínimo equivalente a una renta presunta equivalente a la tasa efectiva de tributación.