RD ha tenido relaciones cordiales con Biden y le conviene que gane Harris

Todo lo que está haciendo el ex presidente y candidato republicano Donald Trump, quien enfrenta a Kamala Harris, es para perder abrumadoramente las elecciones del venidero 5 de noviembre, pero a diez días de la elección las más reputadas encuestas consideran que los dos candidatos están empatados en la intención de votos.

El editorial del consejo de dirección del New York Times patentiza la extrema posición del ex presidente, lo fotografía bien vestido de azul con un mallete de juez en su mano y con la cabeza truncada. Promete: perseguir a los enemigos, ordenar deportaciones masivas, utilizar los militares contra los ciudadanos, jugar a la política con los desastres y abandonar a los aliados.

The New York Times, el primer periódico que descalificó la reelección del presidente Biden, cuyo retiro dio paso a la selección de Harris, dijo luego al endosar a la vicepresidenta: “Es difícil de imaginar a un candidato más indigno para servir como presidente de los Estados Unidos que Donald Trump”. De Harris, dijo que era la única opción patriótica.

La campaña de Trump ha sido hasta ahora tan pugnaz, insultante y descalificadora contra su adversaria la vicepresidenta Harris, que en los últimos días ha perdido algunos de los que sirvieron en su gobierno en altos puestos como el general de los marines John Kelly que le llamó fascista, explicando bien el concepto.

El pasado jueves, 23 premios Nobel de economía repudiaron las políticas económicas de Trump y respaldaron las de Harris. “Los firmantes creemos que Harris sería mucho mejor administradora de nuestra economía que Donald Trump, y apoyamos su candidatura”, expresan los laureados.

En la lista de los premiados figuran Joseph Stiglitz y George Akerlof (2001) y Simon Johnson del presente 2024. La decisión de los mayores científicos de los Estados Unidos en materia económica recalca el temor o la incertidumbre generalizada sobre el contenido de una desconocida propuesta a implementar en el 2025, si el republicano ganara.

Otra declaración filtrada al periódico Político afirma que 82 norteamericanos premios Nobel de todas las ciencias apoyan a la vicepresidenta Harris, pero también la farándula casi en pleno, nombres tan emblemáticos como Stevie Wonder, Bruce Sprinsteen, Spike Lee, Oprah Winfrey y Beyoncé.

Springsteen y Emminen cantaron en los mítines del jueves y Beyoncé lo haría en la manifestación concierto en la noche del viernes. Harris está acorazada por los músicos, cantantes y productores negros más reconocidos. Trump no cuenta con ellos porque el apoyo de los afroamericanos nunca lo ha tenido.

Trump fascista

Harris acusó durante un foro en CNN el pasado miércoles a Trump de ser fascista e inestable. Lo hizo sin perder la compostura, pero la sonrisa que la ha caracterizado a lo largo de la campaña, chocante en buena medida con el rostro adusto y casi hostil del candidato republicano, en cuya narrativa no le han faltado las malas palabras al dirigirse a ella.

“Donald Trump es inestable e incapaz de servir. Si Trump gana, va asentarse ahí, inestable y desquiciado, tramando su venganza, tramando su retribución, creando una lista de enemigos. Me preguntan si creo que Trump es un fascista, pues sí lo creo”, terminó diciendo la candidata en el programa de CNN.

Una de las mayores preocupaciones de expertos en el derecho es que si Trump fuera elegido cumpliría algunas de sus amenazas como usar el Departamento de Justicia para perseguir a sus enemigos y al consejero fiscal de Nueva York que tienen varios casos criminales en su contra.

Creen que podría utilizar el mallete, como el dibujo del TNYT para perseguir al presidente Biden y a sus familiares, a la vicepresidenta Harris y a los suyos, a congresistas, fiscales, jueces y antiguos miembros del Buró Federal de Investigaciones, FBI. Él ha adelanto la persecución de los enemigos.

Con el caso de las denuncias, ahora con sordina, de que los haitianos que viven en Springfield, Ohio, con papeles legales, se comían gatos y perros, el candidato republicano ordenaría deportaciones masivas. Los expertos en inmigración se comen las uñas para entender cómo sería posible deportar millones de personas que viven a lo largo de Estados Unidos, quizás 10 y hasta 12 millones.

En su edición del jueves, The Wall Street Journal, diario muy influyente en la comunidad financiera, revela que el empresario partidario de Trump, Elon Musk, uno de los financiadores de la campaña republicana ha mantenido conversaciones secretas con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

La semana pasada en WAR, su libro recién salido, el periodista Bob Woodward afirma que Trump se las ingenió para enviarle secretamente medicamentos contra el COVID-19 al gobernante ruso, quien ha mantenido buenas relaciones con su colega norteamericano, aunque recientemente lanzó piropos a Harris, al mejor estilo del Doctor Merengue.

La conveniencia de RD

A la República Dominicana podría convenirle la elección de Harris el 5 de noviembre, solo por el hecho de que si ganara Trump deportaría a miles de haitianos que residen ilegalmente en Estados Unidos y que ahora están acogidos a permisos especiales de permanencia o residencias provisionales.

Aparte de que la expulsión de inmigrantes en sentido general perjudicaría a la parte dominicana porque muchos nacionales están en la misma situación de los sin papeles e ilegales puramente; no sería posible que esas miles de familias regresen a la República Dominicana y solo para crear diversos problemas.

Recientemente el gobierno de la República Dominicana decidió la deportación de 10 mil haitianos ilegales cada semana, lo que ha creado problemas de logística, roces con el gobierno de Haití y reclamaciones ante los organismos internacionales como la OEA y la ONU, adonde los dos países tienen representaciones.

Ayer, el ministro de las Fuerzas Armadas teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre declaró que será duro con el tráfico de personas por la frontera y con los que trafican con ese delito. Muchos haitianos han optado por retornar a Haití antes de someterse a las investigaciones en el centro de detención de Haina.

República Dominicana ha tenido excelentes relaciones con los Estados Unidos y sus gobernantes. Aún en tiempos de la primera campaña electoral que Trump ganó, se presentó al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani como un asesor para el fortalecimiento de la seguridad. Nunca se supo mucho de eso. Lo que se sabe ahora es en los líos en que se encuentra el político newyorquino.

Bajo Biden, las relaciones entre RD y los Estados Unidos han sido tan correctas y cordiales, que el presidente Abinader fue invitado a la Casa Blanca y que, al parecer, se aplacaron los rencores que surgieron a raíz de la decisión dominicana de romper relaciones con Taiwán y abrirlas con China Popular, hecho ocurrido a finales del gobierno de Medina en 2020.

La deportación de millares de dominicanos indocumentados hacia la RD sería un gesto inamistoso del considerado principal socio comercial, que en alguna medida ha americanizado el comercio de muchos productos gastronómicos.