POLÍTICA Y CULTURA
Gracias Presidente Abinader, ¡viene el Cemí!
Después varios intentos fallidos, delegaciones y principalías burocráticas de la cultura, después de viajes numerosos a Turín, para ver la silueta asombrosa del Cemí de algodón, el único Cemí de algodón en el mundo, después de estudios históricos, mapas y leyendas, después de concertar con tour operadores viajes al museo de Turín, después de tantos intentos fallidos, después de tasar animosidades históricas innecesarias, “Litis” ruines, se ha logrado un acuerdo histórico que permitirá la exhibición de esta pieza en el Museo del Hombre Dominicano. Venciendo taras, obstáculos, declaraciones inoportunas, alusiones impropias, la Embajada dominicana en Roma pudo iniciar hace 4 años un proceso de acercamiento y diálogo con las autoridades gubernamentales y culturales de Italia al más alto nivel. Enmendando virtuales grietas museográficas validadas por el pasado terco e impropio, indigno de la comunicación paciente y laboriosa de la persuasión y el entendimiento, hemos arribado a un convenio trascendental suscrito por los Ministerios de Cultura de ambos países. No ha sido tarea fácil vencer animosidades mutuas de intermediación en el pasado. Malos entendidos en el pretérito, se interponían en la búsqueda de un acuerdo. Eran punzantes alusiones que nos distanciaban del ejercicio de la cultura, como búsqueda y predominio de valores y creencias, pero sobre todo de superación de visiones traumáticas del pasado.
Conversé con usted, Presidente Abinader. sobre el valor cultural e histórico que significa presentar el Cemí de algodón en el Museo del Hombre Dominicano, a lo cual, usted totalmente de acuerdo con nosotros, nos ofreció todo el apoyo para reiniciar con bríos un magno acuerdo entre las instituciones italiana y dominicana que nos permita traer el Cemí para su exhibición educativa en el país. Al respecto usted Presidente, nos planteó que el Cemí de algodón debe ser exhibido con la presencia de especialistas, historiadores, antropólogos, académicos, para que todos los niños de todos los liceos del país y escuelas desfilen en romería por el Museo, con sus maestros durante varias semanas. aprendiendo, conociendo y enriqueciendo su nivel y dimensión cultural. Cuatro años después, teniendo que enfrentar algunas resistencias y malos entendidos del pasado, logramos el gran acuerdo que acaba de ser suscrito por nuestra Ministra de Cultura, Milagros German junto al Ministerio de Bienes Culturales de Italia en una ceremonia brillante y hermosa. que contó con nuestra mediación diplomática . Debo citar agradecido los nombres determinantes de este acuerdo, el Ministro de Cultura de Italia, Alessandro Giuli, al diputado Pablo Barelli, al Embajador Stefano Queirolo Palmas, al Rector Stefano Geuna, al Consejero
Clemente Contestabile, a la Secretaria General del Instituto Italo-Latinoamericano, Antonella Cavallari, a la abogada, Antonella Succi y a todo el personal del Ministerio de Cultura Italiano y de la Universidad de Turín.
Busquemos el sentido trascendente de un valor cultural que navega en los corrillos marítimos del Caribe insular. Viene de coordenadas anómalas, cuando los poblamientos pimentados del cruce marítimo de las riberas del Orinoco y las islas pequeñas de toda esa franja estrambótica, tejían la vida celular, antropofágica bajo cocoteros y residuos de telarañas celestes. Había convocatorias de dioses y disputas que nos fragmentaban el universo del sueño. La movilidad del azul celeste se trocaba en nubarrones y espadas térmicas, tumultos indescifrables en los nirvanas de los dioses.