Las diez razones por las que se retiró el proyecto de Ley de Modernización Fiscal
Nadie niega que las finanzas del Sector Público dominicano necesitan una revisión profunda y que la fiscalidad debe adaptarse a los retos de hoy y aprovechar las oportunidades de mañana. Por esto, al analizar el Proyecto de Ley de Modernización Fiscal aparte de evaluar cada medida individual, debemos buscar responder las preguntas subyacentes del Qué, Para qué, Cuánto, A quién, Cómo y el Dónde de esta reforma tributaria, y contrastar el texto presentado versus la filosofía anunciada.
Al hacerlo se pueden identificar diez poderosas razones que justifican su retiro para generar una nueva propuesta, preferiblemente en un marco de diálogo y consulta como el que determina la Estrategia Nacional de Desarrollo para el Pacto Fiscal a través del Consejo Económico y Social.
Entre las razones que justifican el retiro del Proyecto de Ley Modernización fiscal están:
Razón 1.
No resuelve el déficit fiscal. Este proyecto de ley prolonga el desbalance existente entre ingresos y egresos estatales de forma tal que en lugar de fomentar la sostenibilidad a las finanzas públicas o reducir la necesidad de financiamiento, mantiene un déficit que requiere nuevos endeudamientos reduciendo recursos para iniciativas prioritarias.
Razón 2.
No fue consensuada. En lugar de pactarse con los actores económicos como establece la Estrategia Nacional de Desarrollo, el gobierno elaboró este proyecto como si fuera un secreto de Estado. Las autoridades no quisieron discutirla abiertamente con los sectores económicos y en lugar de dialogar, intentaron aprovechar su mayoría congresual para lograr su aprobación. El Congreso Nacional es quien ha llamado a vistas públicas para conocer el proyecto de ley que le presentaron, el gobierno al día de hoy no ha convocado al diálogo.
Razón 3.
No tiene visión de desarrollo. Los códigos tributarios establecen los incentivos para guiar la conducta económica orientándolas al logro de los objetivos nacionales. El apetito recaudador del gobierno con esta reforma sólo elimina los incentivos a los sectores que hasta ahora han sido motores de la economía dominicana durante las últimas décadas, esto sin llegar a identificar cuáles serán las actividades y sectores que se fomentarán a través de la política tributaria.
Razón 4.
Mantiene la desigualdad. Una reforma que depende en más de un 70% en impuestos indirectos y al consumo, los cuales se ha demostrado que son regresivos y penalizan los deciles bajos y medios de la sociedad no sólo es injusta, sino que desaprovecha la capacidad redistributiva de una buena política tributaria.
Razón 5.
Promueve la informalidad. El incremento de las tasas de tributación, expansión de la base impositiva y penalización del ahorro aumenta el incentivo de los agentes económicos a operar en la economía informal en lugar de procurar formalizarse y transparentar sus actividades
Razón 6.
Desincentiva el ahorro interno. Convertir la retención de intereses en un anticipo del Impuesto sobre la Renta, cuya devolución requiere una reclamación de compensación o reembolso aportando documentaciones complejas
(y a las cuales ya tiene acceso el fisco), constituye en un desincentivo a mantener los ahorros en el sistema financiero nacional. El que quiera mantener el mismo retorno de sus ahorros sacará sus ahorros del país y, para quien esta no sea una opción, recurrirá a establecimientos no regulados.
Razón 7.
Incrementa el tamaño del Estado a costa de la clase media. En lugar de eliminar los programas ineficaces e ineficientes que generarían los ahorros para ofrecer más y mejores servicios públicos y que los programas sociales sean financiados por los sectores de mayores recursos, el gobierno propone extraer de los sectores medios los impuestos para financiar programas adicionales que duplican el gasto de las familias de estos segmentos. Esto porque además de tener que aportar para el pago de la recapitalización del Banco Central, mantener el subsidio al sector eléctrico, financiar la seguridad ciudadana, la inversión en transporte y el programa de atención primaria de salud, la clase media tendrá que gastar doblemente por la atención y seguros de salud, la seguridad privada, servicio eléctrico caro (además del gasto en inversores que garanticen un suministro estable) e incluso seguir pagando 20 años después el rescate de los bancos.
Razón 8.
Rezaga el sistema tributario. En vez de modernizar la fiscalidad a través de la incorporación de figuras de la economía verde, impuestos a la contaminación o hacer sostenible la actividad económica, este proyecto de ley incluso desaprovecha los acuerdos mundiales de los cuales el país ya es signatario como el de Erosión de Base y Traslado de Beneficios, Doble tributación, Transparencia de información o Bonos verdes.
Razón 9.
Destruye instrumentos alcanzados con mucho esfuerzo. Se decidió ignorar el impacto lesivo de este proyecto de ley para el desarrollo de los Fideicomisos para viviendas de bajo costo, el mercado de valores, la industria cinematográfica, nuevos polos de desarrollo turístico, inversiones en la zona fronteriza y el bienestar general en las provincias menos desarrolladas del país. ¿Con qué instrumentos las regiones menos avanzadas lograrán igualar sus condiciones de vida al de las provincias de mayor desarrollo relativo? ¿O se desea que continúen siendo regiones y ciudadanos de segunda categoría?
Razón 10.
Amenaza la gobernabilidad democrática. En la medida que la sociedad asimila las implicaciones de este proyecto de ley se incrementa el rechazo en los diferentes grupos de la sociedad. En una época en que las protestas son organizadas casi en tiempo real, no se debe mantener vigente un proyecto de ley que amenace 40 años de paz social y de construcción de cultura de consenso por imponer una reforma inconsistente que solo beneficiara temporalmente las arcas gubernamentales mientras mutila la clase media y el aparato productivo nacional.
Por estas razones los tomadores de decisión dentro del gobierno dominicano decidieron retirar este Proyecto de Modernización Fiscal, convocar al diálogo que ojalá sea en un espacio como el Consejo Económico y Social, y generar un nuevo proyecto de reforma tributaria que incorpore una visión país con objetivos de desarrollo y bienestar para todos los dominicanos, sea justa y equilibrada, y establezca los parámetros para que el sector privado continue siendo el motor del desarrollo nacional.