Pensando

Ética médica

Por su vocación inherente al cuidado de la salud humana, el ejercicio de la profesión médica debe apoyarse en los principios esenciales de no causar daño, hacer el bien, respetar la autonomía del paciente y aplicar la justicia; por los altos costos que no pueden asumir los pacientes por su precariedad para la solución de sus inevitables enfermedades. La ética es tan valorada en la Medicina que todos los médicos se comprometen a adherirse al Juramento Hipocrático, formulado por el medico griego Hipócrates hace unos 2,500 años, principios vigentes hoy día, aplicados por sensibilidad y no por comercialidad. El Código Deontológico recoge un conjunto de criterios, normas y valores, que formulan y asumen correctamente el ejercicio profesional. En nuestro país, la administración de los presupuestos de salud no ha arrojado la transparencia necesaria que implica esta gran responsabilidad, más aún cuando esos recursos deben llegar de manera equitativa a la protección de los más necesitados. Lamentablemente, los servicios de salud cada día se hacen más incosteables para aquellos que el Estado debe proteger y no ser una vía de enriquecimiento de administradores y profesionales de la salud que se lucran cual mafia entronizada en una carrera que por vocación y altruismo, debe representar una verdadera inversión en la dignidad humana. Los seguros de salud presentan limitaciones en su cobertura, haciendo ineludible el pago efectivo que no pueden solventar los pacientes por lo elevado de sus costos carentes de una consideración justa. Viva la medicina social y los médicos que asumen el Juramento Hipocrático.

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