Tribuna del Atlántico

¿Tendrá Cabarete quien le escriba?

Gabriel García Márquez contó, cómo se hizo reembolsar el dinero del pasaje de regreso a Colombia y se instaló a escribir, El coronel no tiene quien le escriba, en París, en un séptimo piso de un edificio sin ascensor.

Relata que cuando el dinero se terminó, le escribió a algunos amigos pidiendo ayuda y bajaba todos los días a ver si había llegado alguna carta con respuesta, un paralelismo singular con el drama del coronel, inspirado en el caso real de su abuelo, esperando su pensión. Dice que llegado un momento, se dio cuenta de que, “nunca me iba a llegar la carta“.

El sábado en el Consejo de Ministros, en El Centro de Convenciones de Blue JackTar, pregunté al presidente Luis Abinader ¿qué acciones se estaban tomando para resolver el tema de numerosos proyectos turísticos paralizados en Cabarete?

El presidente nos dijo que se ha estado trabajando con Cabarete.

Como el espacio para una pregunta en un evento como ese, no permite entrar en detalles, intentaré darlos por aquí.

Tengo 25 o 26 años cubriendo torneos de windsurf, kiteboarding, DR Jazz Festival y otras actividades, allí.

Cabarete, la mítica playa del Kiteboarding, uno de los enclaves esenciales de la costa norte, con decenas de restaurantes y bares alrededor de la playa, tiene, como Sosúa, el municipio del que nace como distrito, temas que parece que no terminan de resolverse nunca. Veamos:

En 2005, creo, se inició la construcción de la planta de tratamiento y la solución, del alcantarillado, en la gestión de Felucho en Turismo, vamos para 20 años y no pasa nada, ni siquiera es tema.

En febrero en el artículo, “No olvidemos a Cabarete”, decía que proyectos por más 350 millones de dólares, duermen el sueño de los justos, por un excesivo prurito ambiental que obstaculiza todo desarrollo en esa zona.

Punta Bergantín, iniciativa que todos valoramos y apoyamos, tiene 8 mil metros de humedales, una zona de manglares y allí vamos a construir hoteles y otras facilidades. Sin ánimos de ser un incordio, la pregunta natural es, ¿Porqué allí podemos observar un riguroso respeto al medioambiente y en Cabarete no?

Es verdad que este proyecto tiene el ojo del Estado, a través del Banreservas, en rol de desarrollador, un papel que valoramos, pero el principal enclave turístico del país, Punta Cana, es pura iniciativa privada y se ha hecho bien.

En 2020, el presidente anunció una serie de acciones,incluyendo 3 torres para salvavidas, se hizo una y las otras dos, se dice que las paralizó Medioambiente. La semana pasada, una corriente arrastró a un joven de La Vega.

Tampoco se terminó la remodelación de las 4 entradas a la playa.

En Playa Rincón, la empresa Costa Canal, luego de 20 años de litigio, contra políticos, incluyendo un exdiputado, obtiene sentencias definitivas, desaloja a los ocupantes ilegales y cuando se dispone a hacer una verja perimetral, es destruida por las autoridades de Turismo, bajo el alegato de que no tenían permiso de esa institución, lo tiene del Ayuntamiento. Ahora se pretende revivir un viejo camino, declarado en desuso hace más de 30 años, porque llevaba décadas en desuso, a solicitud de William Kirkman, desarrollador de Sea Horse Ranch y del Dr. José Rafael Abinader, propietario de Sol de Plata.

La semana pasada se hizo una vista sobre el tema y, oh, sorpresa, los empresarios con propiedades allí, no fueron invitados.

Hay quienes han llegado a preguntarse si al final quienes han invertido, 30, 50 o 100 millones de dólares en Cabarete, deberán usarlas para criar vacas, cerdos, o gallos, como el coronel.

La abuela de García Márquez le dijo que si no le llegaba a él, le llegaría a sus hijos la pensión que no le llegó nunca al coronel. Uno espera que no sea esa la historia de quienes han creído en Cabarete.

Todos aspiran a que sea precisamente, el presidente Abinader, que presidió, hace como 20 años, la Asociación de Hoteles de Sosúa y Cabarete, quien le escriba.