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SIN PAÑOS TIBIOS

Lo importante apenas empieza

Soplan vientos de reforma. El gobierno está en disposición de impulsar los cambios proyectados y hacerlo rápido, y más vale que sea así… antes que la magia del sortilegio mayoritario se diluya y se tenga que transitar el camino del consenso interno, acaso el más difícil.

El presidente/candidato dijo que si ganaba haría tropecientas reformas –la fiscal entre ellas – y que la Constitución sería modificada “ipsofácticamente”, y dicho y hecho; y mal sería criticar que está haciendo lo que dijo que haría, porque lo dijo antes que mayoritariamente le votaran.

En siete semanas Abinader ha dado un golpe tras otro, y nadie puede acusar sorpresa, porque guerra avisada no mata soldado. Entre la constitucional, la fiscal, la laboral, las fusiones ministeriales, etc., se podría pensar que todos los anuncios son fuegos de artificios; divertimentos lanzados al ruedo noticioso con el fin de saturar portadas y diversificar titulares, pero al margen de que sea cierto, queda la sensación de desorientación mezclada con la certeza de que lo prometido apenas empieza, y que de aquí a diciembre estaremos sumidos en un carrusel reformista que haría sonrojar al viejo Bala… Los que se embriagan del poder dicen que el poder es para usarse, y el “Sic Transit Gloria Mundi” es olvidado, pero lo cierto es que las mayorías congresuales son para usarse y que no hacerlo responsablemente es una irresponsabilidad también. De ahí que el PRM actúa correctamente cuando ejerce el poder legítimamente ganado en las urnas para impulsar el paquete de medidas que entiende correctas en la visión de país que quiere impulsar y concretar.

La reforma fiscal será su prueba de fuego y aunque legalidad le sobra, nunca haría falta legitimidad, y esta se logra sólo de una forma: haciendo públicas, abiertas y transparentes las discusiones en torno a la misma. Precisamente por eso adquieren relevancia las declaraciones hechas por separado, tanto por Ricardo de los Santos –presidente del Senado– y Alfredo Pacheco –presidente de la Cámara de Diputados–, en el sentido de que serían realizadas vistas públicas que permitieran edificar al congreso en torno a la posiciones que cada gremio o sector particular tiene en torno a la propuesta de modernización fiscal depositada por el ejecutivo.

El gobierno hizo su propuesta de reforma y ahora toca que cada opinión en contrario pueda ser escuchada; pero eso sí, razonada y con números, porque un proyecto país no se construye desde la defensa de posiciones e intereses particulares, sino pensando en colectivo; de ahí que tan importante como el reclamo lo es la contrapropuesta; porque los impuestos son impuestos, y así como nadie quiere pagar, todos queremos que el gobierno ejecute acciones que hay que financiar.

Hace bien el gobierno en presentar su propuesta como un borrador de discusión, y al que quiera contradecirlo le corresponde presentar el propio, y que la discusión se de sobre la base de la transparencia, razonabilidad y equidad.