Desde mi pluma
Reformas para el pueblo... y el pueblo paga
¿Las reformas fiscales son necesarias?, definitivamente. ¿Justas? No lo creo. La clase media siempre es la más golpeada. El costo de la vida se eleva, pero sigues ganando lo mismo. ¿Cómo es que incrementan los impuestos para aliviar la economía del país y aprietan la soga cada vez más al bolsillo y sustento de su gente?
Según lo presentado esta semana a la población, el marbete aumentará significativamente, habrá más imposiciones para los servicios digitales, pero también se suprimirían los beneficios en el cine, el teatro, el turismo, las industrias, fideicomiso y la cadena textil.
El gobierno llama a esta hecatombe una “modernización fiscal” que permitiría recaudar más de 120 mil millones de pesos que serían invertidos en mejorar la seguridad ciudadana, el transporte, la salud, el sistema eléctrico y la educación.
En palabras sencillas, más impuestos para, a costillas del más desfavorecido y a base de promesas, cumplir mínimamente con la resolución de los problemas básicos de nuestro país, lo cual, por experiencias anteriores, no es garantía de absolutamente nada.
Es como si nos dijeran “paguen más para que todo mejore”, pero sin ningún aval, porque a todos les ha quedado grandísima la tarea de poder conducir la nación a buen puerto sin descalabrar los ingresos de la gente.
Sí, hay que señalar que hay puntos positivos en el proceso, pero es indudable el golpe. y sí, podemos dar casi por hecho que se aprobará sin mayores objeciones. Ante lo inminente solo resta esperar ver las mismas medidas para las grandes empresas, para el barrilito, para los fondos de los partidos políticos, para las exoneraciones de nuestros honorables representantes. Eso también sería “un gran acto de responsabilidad”, citando las mismas palabras que utilizó el presidente Luis Abinader para definir esta reforma.