Tribuna del Atlántico
Muchos ingredientes en la olla nacional
A Sócrates se atribuye la expresión, “el trago amargo, apurarlo pronto”, condenado a beber cicuta.
El Gobierno del presidente Luis Abinader, parece empeñado en aplicar la expresión del maestro griego, apurando una serie de reformas e iniciativas de variado jaez y no exentas de dolores para diferentes sectores.
Es como si, de pronto, el Gobierno haya decidido poner en la olla nacional, un complejo menú para un sancocho de 7 carnes y variados víveres, o algo así.
El 19 de agosto, se sometió la reforma constitucional, considerada innecesaria por la oposición y hasta inútil por juristas que entienden que los candados, no son tales, y que, otra mayoría, podría llevárselos de encuentro en el futuro.
El 26 de agosto se presentó la propuesta de reforma laboral, un conjunto de iniciativas para modificar el Código de Trabajo, en la que uno de los puntos de mayor discordia es la cesantía, un derecho adquirido de los trabajadores, y una pesada carga para las micro y pequeñas empresas.
La semana pasada, el presidente anunció un conjunto de iniciativas para frenar la inmigración haitiana, con intención de repatriar 10,000 personas a la semana, una cifra que no pocos dudamos, el martes se dijo que van más de 7 mil, en los primeros 4 días. Es la respuesta al convencimiento general de que esa inmigración desborda las capacidades del país.
Este lunes, La Semanal, ha sido el escenario de la presentación de la reforma fiscal, que como habíamos dicho, es un verdadero “tablazo fiscal”, que se lleva de cuajo los incentivos a sectores claves, como el turismo, la industria, el cine, las bebidas alcohólicas, etc. Y que carga fuerte a la casi agotada, clase media, que recibirá el peso de sus componentes sin compensación alguna. Ahí la batalla apenas comienza.
Varios economistas han advertido que una reforma como esa, que implica un aumento de los ingresos en menos de 1.5% de PIB, es insuficiente.
El ingrediente adicional a la olla, lo ha aportado la justicia, que por independente, se asume que no actúa en concierto con el Gobierno, pero el “timing”, de la presentación del expediente del Intrant, si no es concertado, ha resultado oportuno, acelerado por el apagón de semáforos.
Ese caso vale al menos por 2 carnes, porque decimos Intrant, pero también hay que decir Aurix, la empresa, “contratista”, del Ministerio de Defensa, cuyo contrato es cuestionado.
Aquí sobresale, “L’enfant terrible”, como diaria Orlando Gil, de la tecnología y la escucha telefónica, del espionaje, para ser más precisos, Jochi Gómez, un experto tecnológico que se da el lujo de traer hasta al exsecretario de Estado, de Estados Unidos, Mike Pompeo a disertar en el país.
Este caso es una hoguera para la imagen del destacado comunicador Hugo Beras, objeto de un allanamiento y detención innecesariamente atropellado y con una onda expansiva que afecta a mucha gente, en el que los fiscales han cometido el desatino, de confundir ministerios, provocando la corrección del ministro Paliza, al ser aludido incorrectamente, en relación a la transferencia de fondos para el proyecto. Daño colateral innecesario e injustificado.
El caso Camaleón, como lo ha denominado el Ministerio Público, seguirá dando de que hablar, en un país en el que sonoros expedientes parecen perder fuerza, pasados los 18 meses de las medidas de coerción.
La olla con muchas carnes y víveres está en plena ebullición, si el sancocho será bueno o no, lo sabremos en su momento.