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Umbral

El spot para justificar la reforma fiscal

Un spot puesto a circular por la Presidencia de la República que inicia con una hermosa y seductora voz femenina, busca llamar la atención con un “Hablemos claro” para a seguidas despachar gráficos que fluyen eslabonados con el mensaje que se quiere colocar en el público para justificar la reforma fiscal: “De cada 100 pesos que se recaudan 22 van sólo para pagar intereses de la deuda. Esto significa que una parte importante del dinero se destina al pago de la deuda y no a salud, educación, seguridad o infraestructura. Áreas importantes para garantizar mayor bienestar y prosperidad para nuestra gente. Por eso haremos lo que sea necesario para que los recursos lleguen a donde realmente importa”.

El Gobierno admite su necesidad de imponer la reforma (que no afectará al señor de las cuentas offshore) debido a que hay que cumplir los compromisos de pago de la deuda y los intereses que ésta genera. Lo que no dice el video es que esta administración ha tomado prestado más de 26 mil millones de dólares en un cuatrienio; suma superior a la cantidad (24 mil millones de dólares) que en 42 años tomaron Joaquín Balaguer y el Partido Reformista (PR) en dos periodos de gobierno (1970-1978); Antonio Guzmán (1978-1982) y Salvador Jorge Blanco (1982-1984) gobernando desde la plataforma del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); Joaquín Balaguer, entonces con el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) durante su retorno (1984-1996); Leonel Fernández (1996-2000) durante su primera administración; Hipólito Mejía (2000-2004) con la vuelta al poder del PRD, y Leonel Fernández, nueva vez, durante su segundo mandato de dos cuatrienios (2004-2012).

Lo peor de todo es que mientras en el gobierno de Balaguer, independientemente de la calidad de la democracia y los bajos niveles de institucionalidad, hubo una transformación visual del país con la construcción de obras de infraestructura. En tanto que con Leonel Fernández, los recursos manejados a través de las recaudaciones internas y los préstamos en el exterior se tradujeron en un estallido de prosperidad que se reflejó no sólo en obras de infraestructuras y modernización del Estado, sino que sirvieron de estímulo para dinamizar la economía e impulsar y afianzar los sectores productivos del país.

En el caso de Luis Abinader, que entre recaudaciones y préstamos ha manejado más de 4 trillones de pesos, no ha mostrado una obra de impacto e importancia, porque esa escandalosa cantidad de dinero prestado y recaudado se gastó en la compra de la reelección, visualizada en una expansión del gasto corriente a través de las pensiones “especiales”, el incremento de la nómina pública que de llevarla a los niveles del 2019 el Gobierno podría conseguir 100 mil millones de pesos, lo que representa el 80% de lo que pretende recaudar la reforma, como afirmó la economista Mercedes Carrasco. Se vio también en la entrega de bonos de 1500 pesos, la colocación en publicidad de cerca de 10 mil millones de pesos para contaminar a la opinión pública, además del montaje de una plataforma mercantil, antes y durante el proceso de votación, donde el dinero público corrió a borbotones. Este derroche llevó a tener el gasto de capital más bajo de nuestra historia contemporánea.

El PRM abusó del recurso del préstamo para crear la apaleada piñata que necesitan que pague el pueblo, y que afectará a pobres, clases medias y empresarios que no son parte de su comparsa; estrangularán el aparato productivo nacional y continuarán frenando el desarrollo del país, que ha pasado de liderar el crecimiento regional a estar en la cola. Los agentes económicos están llenos de incertidumbre. Este gobierno podría llevarnos a la bancarrota.

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