¡Mantegamos el motor en marcha!

A nivel mundial, el turismo es uno de los principales motores económicos que existen y eso afortunadamente, ya no se pone en duda. De acuerdo con datos de ONU Turismo, los ingresos por turismo internacional alcanzaron en 2023 los 1.4 billones de dólares, pero su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) global, según estimaba en febrero de este año la misma organización, iba a ser del 3%, con un total de 3.3 billones de dólares.

Aprovecho para felicitar al Ministerio de Turismo por acoger “1ª Cumbre de ONU Turismo para África y las Américas”, un interesantísimo evento que pone a la República Dominicana una vez más en el mapa como líder y promotor de la industria.

Y si nos enfocamos en la República Dominicana, recientemente recordaba en un artículo la abogada Patricia Guzmán que, el año pasado aumentó sus ingresos por turismo en un 16,1% con respecto al año anterior, liderando la ratio de ingresos turísticos-PIB en América Latina. Esto equivale al 13% del PIB del país, siendo esta industria la de mayor relevancia para la economía.

Esto, como podemos apreciar en los datos que aportó en 2022 el informe “Resultados del turismo dominicano”, tercero sobre el sector elaborado por Analytica para el Banco Popular y Asonahores, se traduce en progreso para los ciudadanos. En dicho informe se analizaron indicadores de comportamiento de la industria desde 2016 hasta 2022.

Para ese tiempo, se calculaba un efecto multiplicador de la actividad turística de 2.88 sobre el resto de la economía en términos de PIB. Quedaba demostrado que cada peso producido por la actividad turística de manera directa generaba dos de manera indirecta, bien sea por compras que realizan las empresas del ramo a otros sectores económicos -agroprecuario, agroindustrial, industrial, etc- como por el consumo de los propios empleados del sector. Por último, se señalaba en el estudio que “por cada 10 empleos directos generados en la industria turística de manera directa se generaban a su vez 25 indirectos e inducidos”.

Para impulsar este motor, las empresas del turismo, tanto nacionales como extranjeras, debemos invertir enfrentando riesgos considerables. La pandemia, por un lado, y los fenómenos naturales, por otro, han dejado en evidencia estos desafíos hasta el día de hoy.

Poniendo en valor dicho rubro, tomando datos de Inversión Extranjera Directa que maneja el Banco Central, en 2020, tan catastrófico para el secto, la República Dominicana recibió 954 millones de dólares por dicho concepto, siendo el sector de mayor atracción (37%) comparado con otros en dicho periodo de tiempo. En 2021 la cifra subió a 974; fue de 1,050 millones de dólares un año después, para subir a 1,182 millones en 2023, representando un 27% del total. En el primer semestre de 2024 ha sido de 690 millones de dólares, el 29% del total recibido en ese periodo.

Además, de invertir, hay que destinar muchos recursos para impulsar una actividad que, como vemos, favorece a los destinos, pero también al resto del país, desarrollando su nivel socioeconómico y creando sociedades de bienestar. El rol de las instituciones es el de crear el marco adecuado para seguir impulsanso el sector y garantizar la competitividad de las empresas turisticas.

Siempre he agradecido el entendimiento con las instituciones porque la colaboración público-privada equivale a desarrollo y prosperidad para todos. Y me atreveria a decir que la colaboración privada-privada es también clave en este contexto. Sigamos impulsando este camino de co-creación, de colaboración y de co-responsabilidad, que nos lleva a seguir creciendo y creando valor para la sociedad.

La autora es CEO Global de Grupo Piñero