El problema es bajar
La historia demuestra que aunque los ascensos son agotadores, más peligrosos son los descensos. Las subidas generan sensaciones de ansiedad o deseo de llegar a la planicie, algunos más ambiciosos al descenso. Sea lo que sea, por gravedad, todo lo que sube baja.
Lo antes mencionado pasa constantemente en política, ejemplos sobran en nuestro país y el extranjero. El efecto ascenso al poder puede ser coyuntural, fruto del azar o sorpresa, no hay un curso para ser presidente.
Ejemplos de liderazgos llegados por coyuntura en la actualidad abundan, el presidente de Chile, Gabriel Boric, encarnó la expresión de un movimiento estudiantil que protestaba por el aumento en las tarifas del transporte público. Otro caso es el de Daniel Noboa, que insospechadamente este empresario recorrió Ecuador consultando la visión de la gente sobre la reforma propuesta por Guillermo Lasso.
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