UN MOMENTO
Cumplo Ochenta y Cinco Años
Celebro mi cumpleaños número ochenta y cinco, como toda la vida que se debe celebrar. No siempre he podido hacer una fiesta, pero sé que estos 85 años lo celebraremos de manera especial. Debo confesar que a mí muchas veces me ha ayudado recordar que nací para algo, nací para hacer la voluntad de Dios y sigo viviendo para cumplirla.
85 años hay que celebrarlo y yo quiero celebrarlo para darle gracias a Dios por la vida. Son unos años que han querido ser de utilidad, de servicio. Como dice el señor: "siervo inútil soy, he hecho lo que tenía que hacer".
¡Gracias Dios mío por la vida y los años que me has dado! Gracias, y que hasta el final sean para hacer tu voluntad y al servicio de los demás. Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.