SIN PAÑOS TIBIOS
El Foro del Nordeste
Aunque sigue siendo el mismo, el poder ha cambiado. Su verticalidad se mantiene, pero la horizontalidad se impone. Atrás quedaron los años en que desde un despacho y con una firma se resolvían los problemas de un lugar a 200 km de distancia; ahora, igual la legalidad es necesaria, pero la legitimidad también; es decir, el nivel de validación popular que pueda lograr una medida frente a los ciudadanos.
Los buenos gobernantes deberán ser buenos políticos, y los buenos políticos deberán ser como los capitanes de los barcos de vela, que las ajustan en función de por dónde sopla el viento; no por oportunismo, coyunturalidad o guabineo, sino porque al hacerlo pueden llegar más rápido al destino, que es, en última instancia lo que importa. Sin importar el inquilino, por más que en Palacio piensen cuál es la mejor solución para el problema en un territorio, la respuesta la tendrá la gente de ese territorio. Los actores locales son los actores principales; las fuerzas vivas, los “stakeholders”, los comunitarios… da igual la palabra porque el significado es el mismo. Porque es con la gente de una región que se pueden construir las mejores soluciones para los problemas y desafíos de esa región. ¡Ay si el poder central escuchara! Si Palacio entendiera que los cacaotaleros saben lo que hay que hacer para mejorar su producción y comercialización; que los campesinos saben mejor que el topógrafo por dónde el agua queda más cerca al momento de hacer un acueducto; que el guía local sabe lo que quiere el turista mucho mejor que nadie… y así, que la lista es larga.
Que el Listín Diario haya propuesto la celebración del “Foro del Nordeste”, más que una idea es una necesidad. Que la Universidad Católica Nordestana se haya sumado con sus recursos materiales y humanos; al igual que ministerios e instituciones del gobierno, el poder político local, empresarial y social; así como que organizaciones de base de Duarte, María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal y Samaná hayan endosado la iniciativa, son buenas noticias.
Por diagnósticos, levantamientos y estadísticas nunca nos quedamos cortos, porque sobran; aquí de lo que se trata no es sólo de hacer catarsis, sino de que el gobierno escuche… y actúe. La región Nordeste tiene un potencial enorme en agricultura, turismo, industria, etc., y un gran capital en recursos humanos especializados. Ahora bien, ¿por qué sus indicadores económicos no se correlacionan con ese potencial? ¿Por qué falta tanto si a la vez sobra tanto?
Más que mirar atrás y buscar culpables, toca mirar hacia delante y encontrar aliados. El momento es políticamente propicio, el gobierno concentra en sus manos todo el poder necesario para hacer cualquier cambio. La mejor señal será que lo que surja en el “Foro del Nordeste” pueda verse reflejado en instrumentos de planificación del MEPYD y en el presupuesto 2025… Y ese sería un buen comienzo.