Recordemos a los que nos dieron estos momentos de gloria

En una mañana de verano un magno evento se celebraba en una pequeña isla del Caribe. Su diminuto tamaño contracta con su población de 11 millones de habitantes. Decenas de dignatarios y delegaciones de alto nivel de 80 países estuvieron presentes en la toma de posesión del segundo mandato de Luis Abinader.

Un evento que retumbó en cada rincón del mundo.

No hemos llegado a donde estamos en un camino lleno de flores. Ha sido el producto de muchos patriotas caídos cuyos nombres la mayoría de los dominicanos desconoce. Pero están grabados en nuestra memoria histórica.

Esta isla de ensueños estuvo dominada en los últimos 130 años por dictadores, invasores extranjeros, guerras, golpes de estado, lucha de guerrilla, elecciones fraudulentas, asesinatos de opositores, desapariciones de periodistas, torturas, violaciones a los derechos humanos y una corrupción sin precedentes.

Se han robado en más de 100 años lo que cuesta la isla entera en metros cuadrados.

Sufrimos años de dolor, torturas, persecuciones y asesinatos. También hambre, discriminación y abusos contra la mujer.

Demos gracias a Dios, que estamos viviendo una época dorada comparada con esas vivencias del pasado, sin haber llegado aun a ser un pais del primer mundo. Pero avanzamos y lo lograremos.

Disfrutamos de una democracia fuerte, una prensa vigilante y poderosa, una economía estable y con crecimiento constante, transparencia en el quehacer público, avances en la institucionalidad, confianza y alternabilidad en el poder. Además, una sociedad civil vigorosa que mueve montañas.

Somos dominicanos. Aguantamos, pero al final luchamos y derrumbamos barreras a cualquier costo. Enfrentamos a los invasores extranjeros, matamos a Trujillo, derrocamos al triunvirato con las armas en la mano en aquella gesta patriótica de abril el 1965 y en las montañas murieron muchos grandes hombre y mujeres luchando por nuestra libertad. Y si hay que volver a hacerlo, se hace.

Valoremos lo que tenemos hoy y no lo echamos a perder. Evitemos lo que esta pasando en Venezuela, que cuando Trujillo nos gobernaba, los venezolanos disfrutaban de libertad y riqueza. Hoy es todo lo contrario.

Nicaragua se libró de un demonio llamado Daniel Ortega, pero volvieron a caer en sus garras y ahora sufre las consecuencias de una dictadura salvaje.

Aprendamos las lecciones que nos dan esos países. Estemos atentos porque muchos traidores aun conviven con nosotros y envenenan y conspiran contra nuestra estabilidad democrática.

Mi tiempo pasó para tomar un arma si la democracia está en peligro. Pero siempre hay relevos en espera.

LA VIDA

Tags relacionados