enfoque
Asunto: El temor del diablo a la cruz
Hace varias semanas expuse sobre la necesidad de la aprobación de la ley de referendo y plebiscito como un mecanismo idóneo de fortalecimiento de la democracia y del sistema de partidos donde el pueblo expresa mediante su participación directa su decisión sobre los temas a resolver que especifica la constitución en el artículo 272. Pero una constitución del año 2010 aprobada por el Congreso de la República, ahora este deja sin resolver por vagancia o por ignorancia o porque perdería poder de decisión política transfiriéndoselo al pueblo la aprobación de dicha ley a cuya tardanza de 14 años sin resolver lo ha rayado el Tribunal Constitucional de inconstitucional.
O sea que ese congreso que se pretende constituir en Asamblea Revisora para la Aprobación de una modificación constitucional, el Tribunal Constitucional lo ha juzgado inconstitucional su proceder por no haber asumido su responsabilidad de aprobar la ley, entre otras tantas que faltan, para poner en vigencia un mecanismo de reforzamiento de dar cumplimiento a la participación de la voluntad del pueblo en aprobaciones de regulaciones legales que le afectarán en su vida ciudadana.
Pero la irresponsabilidad ciudadana de los miembros del congreso y sus sustentadores políticos les temen a esa importante aplicación efectiva del numeral 272 de nuestra constitución como el diablo le teme a la Cruz. Una de las afirmaciones baladíes y hasta de ignorancia manifiesta de los que tienen entre sus mano responsabilidad decisoria es que la ley de referendo no puede ser aprobada porque no hay experiencia en el país en hacer referendos. Y como puede haber esa experiencia si no se ha aprobado el mecanismo para ponerla en vigencia.
Si así fuera el proceder de nuestros legisladores pues no habría necesidad de su sustentar su costosa e inútil existencia pues antes de la aprobación de las leyes no existe una experiencia para su aplicación.
Lo que pasa es de fácil respuesta, al Congreso y a los dirigentes políticos partidistas se les quitaría el protagonismo de aprobar modificaciones constitucionales que no se constituyen en ningún candado cuando se obtiene la aprobación de las 2/3 partes de la matrícula legislativa. Pues esta decisión se le traspasa al pueblo al consultar su decisión mediante un referendo que no es más que el mismo proceso de decisión por medio de las elecciones presidenciales legislativas y municipales que se hacen en este país cada cuatro años.
Que más experiencia que esa. No más excusas señores legisladores y cumplan con la misión con el pueblo los ha elegido el de legislar para el fortalecimiento de la institucionalidad democrática de su país.