Cuatro años después
En agosto del 2020 la situación del país y del mundo era de una gravedad que asustaba.
Cerrados todos los países producto de la pandemia, sin turismo y sin producción alguna, además de un gobierno con las arcas agotada, víctima además de la más grande corrupción administrativa de nuestra historia fue lo que recibió el 16 de agosto Luis Abinader Corona, el presidente electo por la mayoría de los dominicanos.
A partir de ese momento el nuevo incumbente del palacio nacional dio clara demostración de ser un hombre de fe y de más de 20 horas de trabajo.
Ese presidente reelecto por el mismo pueblo agradecido en unas elecciones ejemplares jura para un nuevo cuatrienio en un país que es ejemplo para todos los países en especial para nuestra América Latina.
Orgullosos y alegres, sabedores de que hay mucho por hacer todavía, pero convencidos de que el presidente Abinader saldrá más que victorioso de esta nueva prueba, porque el país de hoy, gracias a su trabajo, es un referente económico, de paz y democracia.