Ideando
La creatividad empieza con el cliente
Dicen que la creatividad de una agencia está muy supeditada a la solidaridad creativa de sus clientes y esto tiene mucho sentido porque regularmente una idea es creativa cuando rompe moldes y expresa de manera novedosa un concepto para lo cual tiene que estar preparado el cliente y con lo cual debe haber sintonía y consenso.
Y es natural que así sea. Pues la publicidad de una marca debe estar bajo la sombrilla de muchos y el cliente debe presidirla, entre otras cosas, porque es quien más arriesga.
Por tanto, no hay agencias creativas sin clientes creativos.
Podemos citar muchos casos locales en los cuales las agencias han tenido que arriesgar su reputación y confianza ante clientes incrédulos e inseguros de sus propuestas creativas para que éstas pudieran prosperar exitósamente a la hora de su ejecución. Son ideas que se han impuesto por encima de la voluntad de los ejecutivos mayores de la empresa por suponerlas muy atrevidas, pero que finalmente se impusieron y fueron exitosas.
Conseguir que los clientes aprendan a diferenciar las ideas creativas es un asunto complejo y desafiante. La creatividad vive de las ideas aprobadas, dijo Carlos Navarro Gutiérrez, creativo publicitario español, doctor en publicidad.
De hecho, en el festival de Cannes hay un Lion reservado para anunciantes, lo cual, en cierto modo es un reconocimiento a esos clientes que apuestan a la novedad y que reconocen su valor en el desarrollo de su publicidad.