Cuidado con un choque de trenes

El presidente Luis Abinader ha hecho pública su propuesta de reforma constitucional que someterá el próximo 16 de Agosto.

Una de las propuestas plantea que el nombramiento del Procurador General no sea designado por el presidente, sino por el Consejo Nacional de la Magistratura y que el mismo será inamovible. Estoy claro de la buena fe y nobles intenciones del presidente de dotar al titular de la Procuraduría General de la República de mayor independencia frente a los demás poderes del Estado. Esa es, además, una de sus promesas de campaña.

Dicho lo anterior, creo debemos sopesar profundamente lo que se va a aprobar. El poder de un Procurador General inamovible puede también crearle serios problemas de gobernabilidad en el futuro a República Dominicana.

Hay un dicho popular que dice “Si quieres saber quién es Mundito, dale un mandito”. Un Procurador General inamovible con monopolio de persecución penal y mando sobre fuerza pública tendría mucho poder, más que un presidente, en muchos sentidos. Podría hasta por querellas de particulares poner a un presidente en ejercicio o cualquier funcionario bajo investigación criminal. Podría jugar a protagonismo nocivo que pueda afectar la marcha de un gobierno. Se podría presentar en el futuro un verdadero choque de trenes.

Creo que el modelo norteamericano debe adoptarse. El Procurador general lo nombra el presidente con apoyo y ratificación del congreso.

Si se va a poner inamovible debe crearse un mecanismo de remoción especial en el Congreso que establezca cierto balance de poder.

El poder del nuevo Procurador no puede ser equivalente a un presidente, que es el funcionario más legítimo del sistema institucional como está organizado. Evitemos que un choque de trenes se pueda dar en el futuro, llevando a este país a ingobernabilidad y caos.

Otro elemento a ponderase en la reforma constitucional es la propuesta de una cláusula pétrea para poner los candados a la Constitución en el tema Reelección más allá de 2 periodos. Quienes han aconsejado al presidente Abinader de esa vía, no le han dicho que si una asamblea revisora tiene competencia para introducir una cláusula pétrea sin referéndum; otra similar la podrá quitar sin referéndum con la misma facilidad. El candado que se pretende, caería. Sobre este tema abundaremos en otro artículo.