TESTIGO DEL TIEMPO
La Primera Guerra Nuclear
Si Irán coloca una bomba en un hotel estadounidense, israelí o europeo, para asesinar a uno de sus enemigos políticos, sería un acto criminal, de terrorismo internacional.
Israel colocó una bomba en un hotel de Teherán, capital de Irán, y mató a Ismail Haniyeh, líder de Hamas, claro, no es terrorismo, Israel “se defiende”.
Este miércoles se cumplieron 10 meses del ataque de Hamas contra Israel, el siete de octubre pasado. Con ese pretexto el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu lanzó su guerra para “destruir” a Hamas, sin alcanzar ese objetivo, expandió el conflicto.
Le dispara al Líbano para “destruir” a Hezbollah, y a los Houtis en Yemén, puso una bomba en Irán, provoca un conflicto regional con implicaciones mundiales.
Irán prepara su respuesta al acto terrorista de Netanyahu, Rusia y China le asisten militar y tecnológicamente, como Estados Unidos y la Unión Europea asisten a Ucrania.
Estados Unidos despachó buques de guerra y portaaviones para “defender a Israel” de la “agresión criminal” de Irán.
Solo falta declarar el inicio oficial de la Primera Guerra Nuclear. Las potencias nucleares están enfrentadas indirectamente, Estados Unidos y la Unión Europea apoyan a Ucrania e Israel, Rusia, China y ahora Irán están Unidos contra aquel bloque. Todas las partes envueltas excepto Ucrania, tienen armas nucleares.
Vendrá una bandera falsa, por ejemplo, Israel matará soldados estadounidenses, acusará a Irán, y Washington atacará a Teherán.
Entonces Washington y Moscú se enfrentarán en Teherán, y tendremos dos frentes indirectos, Ucrania e Irán. Cualquier bandera falsa desatará un enfrentamiento directo, y oficialmente inciaremos la Primera Guerra Nuclear.
El conflicto puede “mundializarse” con facilidad.
Los blancos escribieron la historia del siglo pasado con sangre, usarán esa tinta para escribir la del siglo XXI. No son los “salvajes” asiáticos, africanos, latinoamericanos u otros pies planos, es el hombre más “civilizado”” del planeta, quien nos arrastra a la autodestrucción.
En Jerusalem, Teherán, Kiev, Washington y Moscú, tocan tambores de guerra, las cartas están echadas cualquier bandera falsa desatará la Primera Guerra Nuclear.