La Constitución y la Ley de Referendo

La primera observación que debo señalar es que no soy abogado ni experto en leyes, pero sí un ciudadano consciente con libertad de derecho a opinar, y más aún si la decisión a tomar por los poderes públicos, no sólo me afecta a mí como persona, sino por igual a mis descendientes. Porque se supone que cuando se modifica la Constitución, que es la ley de leyes, se produce en un espacio de tiempo, que puede abarcar varias generaciones, tal y como lo es en países que se respeten, con larga tradición democrática y elevado nivel educativo, no como aquí que en sus 180 años de vida como nación, ha habido casi igual número de modificaciones sin llegar a ser exagerado, todo un relajo, como todo lo de aquí, por qué pues se modifica cada vez que le da la gana a un ejecutivo.

El ejecutivo somete a los legisladores su pretendida propuesta de modificación constitucional, y estos legisladores se constituyen en Asamblea Revisora, mediante la aprobación de una ley que los faculta a ejecutar, y en esta Asamblea Revisora con el porcentaje de votos de los legisladores requeridos que indique la Constitución, es aprobada o rechazada dicha propuesta.

Como en el caso presente, o en cualquier caso futuro que se pueda presentar, al contar el ejecutivo con una mayoría de legisladores de su propio partido, la propuesta sometida quedará aprobada, así como cualquier otra que surja de esa Asamblea y que cuente con la mayoría requerida.

El pasado lunes en su acostumbrada rueda de prensa, el presidente Luis Abinader ha presentado una propuesta de modificación constitucional. Esta propuesta expresa el deseo del ejecutivo de modificación a la Constitución, quien tiene mayoría absoluta de legisladores en el Congreso. La propuesta tiene como uno de sus principales objetivos, imponer lo que se llama un candado, para que en el futuro no puedan reelegirse los presidentes en el poder, excediendo el número de veces que permite la ley constitucional. Ahora bien, cualquier otro presidente en el futuro que contara con la aplanadora legislativa con la que cuenta el actual presidente, no habría candado posible que evite que se modifique de nuevo la Constitución con el porcentaje del número de legisladores requeridos, como es en este caso, cuando dicho ejecutivo contara con igual mayoría de legisladores propios o comprados, para imponer su decisión de modificación mediante una asamblea revisora.

En varias ocasiones en este año, el Listín Diario, decano de la prensa nacional escrita, ha editorializado sugiriendo, el uso de una ley de referendo que debe de ser aprobada y puesta en ejecución como lo manda la Constitución desde hace 14 años, para aprobar cualquiera reforma de las contenidas en el artículo 272 de la actual Constitución de la República. También a este respecto ha hecho referencia el periodista ex jefe de redacción de diarios nacionales, Felipe Ciprián, en un artículo publicado en este periódico el pasado día miércoles 7 de los corrientes. Ahora bien. La ingenua pregunta que nos debemos de hacer amigos lectores es, ¿por qué en 14 años con cuatro diferentes períodos legislativos que le han pasado de largo, la Ley de Referendo no ha sido sometida a su aprobación y puesta en ejecución? Por vagancia y falta de coraje legislativo, como es ciertamente comprobable por la permanencia del frustrado proyecto del código penal en esas manos cansadas descansando? Pues no es por ese común proceder de nuestros legisladores, sino, porque debilita el poder de decisión de los políticos, y en especial del Ejecutivo, y se lo transfiere a la voluntad soberana del pueblo, el de decidir sobre los cambios constitucionales que le puedan afectar.

Esa es simplemente, mi querido Watson, la razón del porqué no ha sido aprobada la Ley para la realización de los referendos.

Si el motivo del Ejecutivo, fuese su decisión de imponer un candado para la modificación constitucional, que apruebe cualquier decisión sobre la elección del Ejecutivo, el presidente Luis Abinader, debería de exigirle a sus legisladores, dedicarse a trabajar y evacuar la ley de referendo que le transfiere a la voluntad del pueblo cualquier modificación constitucional. Y nuestro sistema democrático partidista sería fortalecido enormemente, en un momento de enorme debilidad y peligrosidad de la democracia en el continente americano, porque el mismo pueblo se convierte en el sujeto decisorio de su destino en el sistema democrático, que está ansioso por fortalecer para solidificar sus libertades públicas, que se ha dado después de tantas luchas pasadas para lograrlas. Porque es un instrumento que fortalece nuestro sistema democrático y sería una herencia del Señor Presidente, la ley del referendo, para llamar a decidir las modificaciones constitucionales a través de la voluntad soberana del pueblo, que sería el instrumento idóneo para ser utilizado por el Presidente Luis Abinader, en su deseo de dejar plasmada para siempre, la puesta en vigencia del instrumento por excelencia que fortalecerá nuestras libertades públicas y sistema democrático partidista.