El pasado miércoles, el presidente de la República, Luis Abinader, continuó dando a conocer los decretos con la designación de los funcionarios que deberán administrar, en el próximo cuatrienio, distintas funciones en el Gobierno.
Con el decreto 420-24, Abinader colocó a Faride Raful como la nueva Ministra de Interior y Policía, quien desempeñará esas funciones a partir del 16 de agosto, fecha en la que culmina sus labores legislativas en el Senado de la República como representante del Distrito Nacional.
Tal y como ella lo calificó al momento de aceptar las instrucciones de Abinader, este será uno de los “desafíos” más complicados que enfrentará en su trayectoria política. Sobre todo porque su pasado político la persigue.
Faride Raful, quien proviene de una familia arraigada al ejercicio político en el país, fue una de las principales voces opositoras en los periodos gubernamentales encabezados por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con Leonel Fernández y Danilo Medina como presidentes. Destacó todos los errores de aquellos gobiernos y, posteriormente, atacando todos los préstamos aprobados en el Congreso Nacional por los mayoritarios del PLD.
La dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) edificó una narrativa política que le garantizó el respaldo de los capitaleños. Con el que alcanzó, además, la oportunidad de representar la provincia más importante durante el cuatrienio 2016-2020 como diputada y, luego, en la Cámara Alta desde el 2020, hasta 2024.
Faride ha estado en el ojo del huracán desde que el PRM obtuvo la primera posición en el nivel presidencial de las elecciones de 2020. La opinión pública la ha cuestionado por mostrar una postura indiferente ante el extenso grupo de empréstitos aprobados y propuestos en los últimos cuatro años por su partido.
Faltando aún 15 días para ser una de las pocas mujeres en dirigir ese ministerio, los dominicanos en las redes sociales y medios de comunicación están rescatando sus opiniones “constructivas” con relación al accionar de la Policía Nacional y los organismos de seguridad. Nos tocará esperar a ver cuál será el desenlace de este episodio. Si será, según sectores de la sociedad, nueva vez indiferente, o aplicará todos los “consejos” en la protección de la seguridad ciudadana.