FIGURAS DE ESTE MUNDO
Esperanza plena
“Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti” (Salmo 39:7).
El privilegio de escribir es hacer su vida al contarla -piensa Isabel Allende-, narrando con sus recuerdos lo bueno y lo malo que ha vivido, descubrir por su arte un hilo de esperanza y de luz en medio de la confusión existencial. La razón por la cual escribe es que la palabra escrita le permite sortear un poco la barahúnda de este mundo. “Cuando pongo las cosas en palabras logro darle orden a lo que no tiene orden. Eso lo hace más manejable”. “La casa de los espíritus”, escrita en Caracas, donde vivió 13 años, intenta dar sentido a las situaciones culturales y políticas de los momentos que originaron y condujeron al golpe militar que ocurrió en su país, Chile, en 1973. Por este derrocamiento de su tío Salvador Allende, la escritora se asiló con su familia en Venezuela. La novela, llevada al cine con gran éxito, es la historia de cuatro generaciones de la estirpe de los Trueba del Valle, contextualizada en la política chilena desde comienzos del siglo hasta el golpe militar, que provocó la muerte del presidente Salvador Allende.
Isabel le ha manifestado a varios periodistas que el final de la novela es un hálito para el espíritu humano a fin de que persevere y regenere su vida en medio de una esperanza que nunca desaparecerá por completo.
Pero, ¿qué debe esperar el ser humano? ¿Solo riquezas, deleites, fama, prestigio, poder, victoria, salud, prosperidad y paz? La esperanza, para el salmista David, está en Dios, que tiene el poder de liberarlo de sus transgresiones y pecados por su infinito amor. “Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti” (Salmo 39:7).