Ideando
Jingles y jingleros
En el inicio de mi carrera publicitaria, por allá por los años 80, los jingleros más demandados de esa época eran Jorge Taveras, Manuel Tejada, Dany de León, Alex Mansilla, Pedrín García, Dioni Fernández, Bienvenido Bustamante, Luis José Mella, Guillo Carías, Juan Luis Guerra, Víctor Víctor, entre otros. De esos formidables músicos de esa época tuve el privilegio de trabajar con Jorge Taveras y Alex Mansilla. Posteriormente con Dioni Fernández y Víctor Víctor. Más tarde también tuve el honor de trabajar con Penbian Sang y Carlomario Echenique.
( No cito al maestro Rafael Solano porque en los 80s él estaba fuera del país y permaneció un tiempo considerable fuera en laborales diplomáticas y luego residiendo en New York. El maestro Rafael Solano fue uno de los primeros músicos que incursionó en esta categoría en los años 70 y lo hizo con mucha estelaridad).
Este recuento lo hago para significar el auge que desde entonces ha venido experimentando esta actividad y al mismo tiempo para establecer la diferencia en costo de un jingle de dicha época y uno de hoy. Pero igualmente para resaltar la diferencia en la forma de trabajarlos. Hoy, a diferencia de aquella época, se puede elaborar un jingle con una computadora y prescindiendo de la ejecución de músicos en vivo. La tecnología ha provisto recursos que no solo abaratan los costos, sino también que facilitan de manera increíble su realización.
En aquellos tiempos, producir un jingle era una tarea hercúlea: había que hacer un arreglo musical, utilizar un estudio de grabación por horas, grabar los instrumentos canal a canal, montar las voces, grabar la locución y procurar que dicha grabación quedara impecable y entonces sentarse a realizar la mezcla de todo ese material hasta conseguir un acople adecuado.
Esa odisea llevaba bastante tiempo y eso lo cobraba el estudio, además de que dilataba el proceso.
El jingle se le pagaba al músico y éste cubría la totalidad de su costo. En Conde Publicidad, agencia donde me inicié, se pagaba entre RD$1,000 y RD$1,500 pesos por un jingle. Claro, la cotización estaba en proporción a los recursos humanos utilizados, pero andaba más o menos por ahí. En una ocasión, para esa misma época, Freddy Ortiz le cotizó a un cliente suyo un jingle para realizarlo con Juan Luis Guerra y cuando el cliente vio su costo, RD$15,000.00, casi le manda a la porra. Eso puede dar una idea de por dónde andaba la cosa entonces. Hoy, un jingle puede costar cualquier suma de dinero porque hasta la fama de los talentos influye en su valor y su ejecución puede tener dimensiones grandiosas.