La más reciente nota del Banco Central de la República Dominicana (BanCetral) sobre el desempeño de las actividades económicas nacionales durante el primer semestre del corriente año, difundido el pasado 25 de julio, trae una positiva información: el PIB nacional varió +6.2% durante el mes de junio, a cuyo término la expansión interanual se colocó en +5.1%.
Parecen números fríos, aunque no lo son. Bajo su racionalizada matemática y fría cuantificación laten los esfuerzos y dedicadas labores de miles de personas que desde empresas, industrias y talleres bregan por vivir mejor, creciendo, siendo más productivos; prevaleciendo; venciendo toda obstrucción y adversidad. Anclados al clima de seguridades y robustecidas condiciones que la gestión del presidente Abinader enfoca como objetivo primario de su política económica garantista de un clima favorable al desarrollo y al bienestar.
Nos satisface verificar que se trata de un empuje persistente, que ha ido contra los pronósticos de los organismos; que para la región comunicó el Banco Mundial. El resultado dominicano actual inició con un tímido +0.4% en enero del 2023, cuyos incrementos de febrero y marzo (+1.8% y +2.1%) de ese año, sin embargo, recibieron presiones a la baja en abril (-0.3%) y junio (0.1%) haciendo temer que se sostuviera la tendencia creciente de la economía. Pese a ello, el BanCentral comunicó que en diciembre del año pasado nuestro PIB cerraba en +4.7%.
La pandemia quedó definitivamente atrás, gracias a la resiliencia de nuestros hombres y mujeres que producen bienes y servicios. Desde enero del 2024 la economía mostró aspiraciones auspiciosas: +4.6%, sin trastabillar. Y desde entonces ha mantenido sus motores encendidos, excepto en el mes de marzo cuando registró +1.6%. Durante febrero, abril y junio sus músculos exhibieron sus determinadas búsqueda del auge, con resultados que superaron el +6.2% y que en abril saltaron, dinámicos, a +7.8%.
Con tal resultado, señala orondo el BanCentral, la economía dominicana encabeza el indicador mensual de actividad económica de la región para el precitado período, superando, en más del doble, a Panamá, economía que estuvo, casi siempre, encabezando los crecimientos regionales.
Es evidente que hay un notorio activismo productivo en Centro América, aunque no en todo El Caribe. Las economías de América Central presentan tasas similares de crecimiento que, repetimos, nuestro país supera.
Así, Hondura y Costa Rica crecieron +4.7%; Nicaragua y Paraguay: 4.6% y +4.5%, respectivamente. Este grupo de naciones con mayor crecimiento, variaron, en promedio, +4.625% en el período, lo cual es -10% que el +5.1% alcanzado por nuestro país.
Así, señala el pie del BanCentral a unos de los gráficos de su nota, “El resultado del IMAE en enero-junio coloca a la República Dominicana como la economía de mayor crecimiento interanual en Latinoamérica, conforme la última información disponible”.
Recordemos que desde hace dos directivas la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) plantea como objetivo estratégico institucional duplicar el PIB nacional para el año 2036, lo cual, a todas luces, sus miembros están enfrascados en lograr. Y que en junio 19 del corriente año, el gobierno nacional integró la “Comisión Meta”, responsable de definir las acciones y crear las condiciones necesarias para que eso sea realidad.
Al logro progresivo de mejores resultados económicos están contribuyendo las políticas fiscal y monetaria del BanCentral, orientadas —entre otros objetivos— a reducir la inflación y a garantizar un aprovisionamiento en monedas extranjeras superior al exigido por las normas reguladoras internacionales.
Es interesante observar que el crecimiento reportado por el BanCentral para este primer recién concluido semestre del 2024 se logró con baja participación de la administración pública la cual entre enero y junio promedió +2.3% y que en junio acumuló 5.7%. En la óptica política, la actual gestión de gobierno logró reelegirse sin apelar a la expansión del gasto.
A la vez, es necesario observar que el sector Financiero experimentó un importante auge en el período: varió +7.9%, cifra que incluye su espectacular crecimiento de +8.1% de junio, 2024. Estas cifras sólo están siendo superadas por las actividades de los Hoteles, bares y restaurantes: ascendieron a +8.7% en el período y en junio a +6.4%. En el crecimiento de las actividades financieras incidió la expansión en grados importantes (+16.5% interanual) del crédito otorgado al sector privado en moneda nacional, el cual —dice el BanCentral— totalizó RD$244,957.6 millones. Nuestro empresariado está encontrando en la banca el dinero que le urge para mantenerse activo, produciendo para crecer.
Lo más estimulante es que el BanCentral estimule que esos niveles de crecimiento continúen y sean superados al informar a los agentes económicos y a la ciudadanía que “…los resultados de la economía dominicana en el primer semestre del presente año son favorables, encontrándose en una buena posición para continuar expandiéndose en torno a su ritmo potencial, manteniéndose como uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera directa…”.
¡Waoo, el crecimiento de la economía nacional!