Enfoque
El puesto más apetecible es el de ministro de Educación
El presidente Abinader ha comenzado a orillar su nuevo tren de gobierno, quizás con los funcionarios y cargos menos conflictivos y apetecibles, para dejar cerca de su toma de posesión el 16 de agosto los que merecen mayor atención y al cual aspiran líderes partidarios que se creen merecedores.
En los anuncios del miércoles pasado sorprendió con la designación de Andrés Bautista, ex presidente del PRM y político en perfil bajo desde que se le mencionó como de los involucrados en el escándalo de la empresa extranjera Odebrecht. Al parecer Bautista no tenía nada que ver con ese caso.
Al tanto de su situación luego de que el político fuera liberado de culpas en los tribunales, Abinader lo nombró asesor. Lo tenía cerca en el Palacio Nacional para el momento oportuno que ocurrió la semana que discurre y devolverle de pleno derecho su nombradía y dignidad partidaria.
Al nombrarlo ministro administrativo de la Presidencia, un cargo de extrema confianza, el presidente ratificó que Bautista nada tenía que ver con el escándalo mencionado, toda vez que el presidente ha estado privilegiando la transparencia y la lucha contra la corrupción administrativa.
Bautista fue senador de Espaillat, presidente de la comisión de Industria y Comercio del Senado y de esa cámara alta y sustituye en las nuevas funciones a Igor Rodríguez quien, como viceministro administrativo de la Presidencia, había reemplazado a José Ignacio Paliza, encargado de la campaña.
Algunos de los nuevos nombrados, como Carlos Valdez, ministro de la Juventud, tiene arraigo partidario ya que activó en Haina, el popular municipio de San Cristóbal cerca de la capital. Valdez, un juvenil sustituye a otro, Rafael Feliz, de perfil bajo y en cuyo ministerio no hubo escándalos.
Feliz, un sociólogo y tecnológico irá al Instituto Tecnológico de Las Américas, una institución muy prestigiosa. Los dos jóvenes aceptaron con agrado sus designaciones, considerando que eran reconocidos. Otro nombramiento no esperado fue el de Sigmund Freud en Administración Pública.
También el presidente hizo unos pocos de los muchos decretos esperados en el servicio exterior. Al Consulado General de Madrid, España, destinó a José Marte Piantini, quien era el director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) y, con el mismo rango, a Miguel Ángel Vásquez, en Milán, Italia.
Decretos pesados
El poderoso ministerio de la Presidencia puede ser uno de los cargos a que aspiran los políticos que reclaman haberse fajado para que el presidente Abinader se reeligiera. En ese orden, se dice que pudiera ocuparlo la doctora Faride Raful, hija del dirigente histórico del PRD y ahora del PRM, Tony Raful.
Raful, cuyo padre es embajador en Italia y saldría del puesto para otra embajada cercana en Europa, aspiraba a continuar en su puesto actual de senadora por la capital, pero una situación política circunstancial hizo que el postulado por el PRM fuera el doctor Guillermo Moreno, quien perdió.
La designación de Joel Santos como ministro de la Presidencia se vio en su momento hace dos años como una concesión al empresariado desde donde proviene esa personalidad. Ese ministerio no existía hasta que el doctor Balaguer lo creó y nombró al general Neit Nivar Seijas por una coyuntura. Santos sustituyó a otro empresario, Lizandro Macarrulla.
En los medios se discute mucho si el presidente confirmará a un dirigente de larga data del antiguo PRD y PRM, el hasta ahora ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez, Chú, quien lleva en el puesto casi cuatro años. Como cualquier ministro de Interior del mundo, su cara es poco sonriente. Al puesto aspiran otros políticos.
Ese ministerio, convertido durante los gobiernos del PRD en una agencia de recaudación que brega con permisos de porte de armas, deportaciones de extranjeros, mayormente haitianos, espionaje y vinculación con las agencias del tipo de Estados Unidos, es delicado para un agitador, que no es el caso de caso de Vásquez.
Chú Vásquez, si fuera removido a otra posición de aquí al 16 de agosto podría considerarse afortunado puesto que tiene muchos adversarios dentro de las filas partidarias y de los que ven ese departamento como represivo, aunque no lo sea. No lo ayuda el poco carisma que se le atribuye.
El ministerio de Educación y su atractivo 4% para quienes podían aspirar el puesto y hacerse ricos, ha sido un dolor de cabeza para los gobiernos anteriores. Allí se hicieron negociados con los libros, las construcciones, la pintura de las escuelas y el desayuno, merienda o almuerzo que ofrece.
Ha sido un secreto de Estado quien recomendó al profesor Ángel Hernández para el puesto de ministro de Educación, algo que ocurrió a principios de agosto del 2022. Es decir que en el momento para el puesto aspiraba un político, pero del mismo salió otro que quería la Presidencia.
Por el nombramiento del doctor Joaquín Balaguer como ministro de Educación, desde donde saltó a la Vicepresidencia y a la Presidencia con Trujillo, se ha presumido que ese ministerio, con extensión en todo el país, podría ser una especie de plataforma para una eventual postulación.
En tiempos modernos, Educación ha sido utilizado como un botín. Desde allí salieron hombres y mujeres públicos que utilizaron el nepotismo y los recursos de la institución para favorecer amistades, según reportes publicados en periódicos y revistas sobre todo en el pasado. Algunos alentados por creadores de imágenes y comunicadores.
Hernández, actual ministro, ha dedicado su vida a la educación. Hace muchos años que no lo veo, excepto en los medios cuando tiene que hacer pronunciamientos o aclaraciones, pero lo recuerdo bien porque llevaba personalmente sus artículos (no había Internet), cuando yo era jefe de redacción del vespertino Última Hora entre 1970-78.
De Salud Pública se dice que aspira el doctor Mario Lama, quien actualmente es el director del Servicio Nacional de Salud. Fue un furibundo adversario del régimen de Danilo Medina mediante sus conversaciones con el doctor Guerrero en La Receta Médica de la Z. No le concedía nada al antiguo régimen.
Al doctor Lama le ha hecho daño, como a muchos otros funcionarios civiles y militares la bonanza emocional o económica que fluye del poder puesto que, contrario al consejo facultativo, no ha podido vencer la obesidad, causante de casi todos los males de salud. Salud Pública está en vacancia porque el anterior ministro ganó la senaduría de Santiago.
El ministerio de Relaciones Exteriores es de los que están en la mira de los tiradores. A cargo del doctor Roberto Álvarez, viejo diplomático y empresario, ha tenido en su portafolio los graves problemas derivados de la vecindad de RD con Haití. Encontrar una personalidad de tan buena educación y experiencia, políglota por demás, podría ser muy difícil para el presidente Abinader, aunque de ofrecerse hay muchos.