VIVENCIAS

María Corina

El 28 de julio Venezuela se juega su pase a la vuelta de la democracia. En este reto hay alguien que ha demostrado ser una pieza de trascendencia para que esto ocurra.

Se trata de María Corina Machado. ¿Qué admiro de ella? Su determinación, coraje, valentía y liderazgo.

Admito, que María Corina enfrenta un riesgo, que es perder la vida en el intento por recuperar la vuelta al respeto por los derechos fundamentales en Venezuela y levantarla de su postración, perdidos hace tiempo por la sinrazón de una ideología que ha dividido a esta nación pretendiendo ganar adeptos con la miseria de la gente.

Creo que en este camino tortuoso a que ha sido sometido el pueblo venezolano durante más de una década, tiene solución. Por una parte, contando con la gracia de Dios, pero ayudado como se narra en Marcos 9, 14-29, sobre el espíritu sordo y mudo, que Jesús mando a salir y no entrar más en aquel muchacho cuyo espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia, y cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?» Les dijo: «Esta clase de demonios con nada puede ser arrojada, sino con la oración y el ayuno».

Por otra parte, confiando en un líder que sea capaz de transmitir con su testimonio de vida un conjunto de ideas o principios que motivan a otras personas a seguirlo, virtud que se encuentra de sobra en María Corina, porque ha hecho de cada desaliento un peldaño de ascenso y de cada vacilación un impulso más.

¡Orar y ayunar es la consigna hasta el 28 de julio!