La tecnología, la IA y la seguridad ciudadana

Hace algunos días un editorial de este prestigioso matutino llamó mucho mi atención. Se tituló “Vivir en seguridad es la verdadera prioridad nacional”; nada más cierto para ser considerado dentro del marco de las estrategias gubernamentales como uno de los ejes transversales, para combatir el flagelo de la delincuencia. Esto es una parte de lo que debería ser integrado a un Sistema de Gestión como considerara en otro editorial este mismo diario: “la creación de un sistema debería ser una de nuestras más apremiantes prioridades”.

El editorialista considera que, sin estas acciones, “ningún país puede garantizar el bienestar ciudadano ni su desarrollo económico y social”. Destaca algo que se ha mencionado hasta la saciedad, relacionado con la falta de sanciones ejemplarizadoras que disuadan a los delincuentes de cometer sus fechorías.

Una de las partes del editorial que constituyen la razón de este ensayo, es la alusión al “uso de tecnologías modernas como cámaras de seguridad, sistemas de reconocimiento facial y análisis de datos para prevenir y resolver crímenes”.

Estos dispositivos mencionados forman parte de los elementos vitalmente necesarios para adentrarnos en el uso de la inteligencia artificial (IA) para el combate de la delincuencia. Ya no se habla de un componente del futuro, estas tecnologías están desplazando las antiguas versiones en el presente, y un presente continuo, que, si no nos adecuamos al mismo, nos quedaremos desfasados. Esos recursos tecnológicos se constituyen en la base de la investigación moderna, de la cual no nos podemos apartar.

Cámaras de seguridad con IA, sensores inteligentes con análisis de video avanzado que pueden detectar movimientos bruscos. Regularmente estas cámaras utilizan tecnologías avanzadas como el aprendizaje automático y el recurso de la IA para analizar cualquier entorno y de esta forma identificar comportamientos sospechosos lo cual es un componente esencial para un sistema de seguridad ciudadana, ya que dan alerta a las autoridades permitiendo una rápida respuesta ante algún incidente. Dentro de las funciones de estas cámaras está el reconocimiento de objetos y personas, para reaccionar ante cada uno de ellos. Pero, hay que alimentar una base de datos con reconocimiento facial de tal forma que la cámara pueda identificar usando IA, las personas involucradas en algún hecho.

Para estos fines, creo que es muy propicio que en el proceso de la nueva emisión de la cédula de identidad se puedan registrar, en alta resolución, las huellas dactilares de todos los ciudadanos y hacer un reconocimiento facial, creando una base de datos de vital importancia para las autoridades, tal cual lo hace el departamento de Homeland Security para otorgarnos el global entry. En ciudades como Londres, New York y otras se han implementado sistemas de reconocimiento facial usando IA, para mejorar la seguridad ciudadana y detectar delincuentes, ya registrados en las bases de datos.

Para identificar a los delincuentes y analizar su comportamiento con estos recursos soportados por IA, es esencial contar con estas bases de datos que proporcionen la información necesaria. Sin información, no hay una forma efectiva de usar esta herramienta para combatir la delincuencia que es el principal obstáculo en la seguridad ciudadana. La delincuencia ha transformado la vida diaria, creando un clima de inseguridad constante. Ya no se trata de una simple percepción, sino de un modus vivendi, acostumbrado al atraco a mano armada, en motocicletas, para el robo de las pertenecías de los ciudadanos; esto de una manera vulgar se ha convertido en la cotidianidad, por lo que, como menciona el editorial antes mencionado el “ciudadano no se siente seguro cuando está o sale de su hogar a trabajar o distraerse”. “son amenazas reales a la seguridad ciudadana”.

Estas tecnologías ya están en uso, integradas a un Sistema de Gestión en ciudades como Guayaquil Ecuador, Ciudad de México, Shanghai China, entre otras. Utilizan IA para monitorear las áreas, prevenir delitos y gestionar emergencias de manera eficiente. Otro uso es el dado por EEUU en la frontera con México con un sistema de cámaras que activan drones con visión de alta resolución y sensores adicionales para proporcionar una vista aérea de la situación bajo amenaza. La presencia de este tipo de cámaras y drones pueden disuadir las actividades delictivas y aumentar la percepción de vigilancia.

Otra tecnología usada para la detección de delincuentes a través de la IA, es la basada en el análisis de su esqueleto la cual se denomina “Análisis de postura” o “skeleton-based action recognition”. Esta tecnología usa algoritmos avanzados de IA y visión a través de ordenadores para analizar la estructura esquelética y los movimientos de las personas en tiempo real. Existe una gran variedad de estas tecnologías como “Deep Learning y Redes Neuronales Convolucionales (CNN) (OpenPose y Alpha Pose)”; modelos de reconocimientos de acciones (Spatial Temporal Graph Convultional Networks), entre otras disponibles en el mercado y en uso. Se cuenta también con la tecnología de Realidad Aumentada (AR) y Realidad Virtual (VR), usadas en Singapur para proporcionar a los oficiales información en tiempo real durante operaciones de campo.

Cabe mencionar de nuevo, que si no usamos las estrategias y las herramientas adecuadas, será imposible para las autoridades “Construir un clima de seguridad ciudadana basado en el combate a las múltiples causas que originan la delincuencia, el crimen organizado y la violencia en la convivencia social incluyendo la violencia contra la mujer, niños, niñas y adolescentes, mediante la articulación eficiente de las políticas de prevención, persecución y sanción” como se especifica en nuestra Estrategia Nacional de Desarrollo. La seguridad ciudadana es realmente una prioridad que no puede esperar más. Es vital que las autoridades vislumbren que cada día sin una acción efectiva es un día que le concedemos de ventaja a la delincuencia. El uso de tecnologías avanzadas con IA enmarcadas dentro de un sistema de gestión eficiente no son opciones, son imperativos. Cada vida perdida, cada delito cometido, cada ciudadano que vive con miedo, debe ser un recordatorio de nuestra urgencia por cambiar. Instamos a las autoridades a llevar a cabo acciones permanentes que permitan hacer de la seguridad ciudadana una realidad inquebrantable. Podemos asegurar que el futuro de nuestro país depende de ello. ¡Actuemos ahora, este es el momento, antes de que sea demasiado tarde!