Bioplásticos: ¿Mito verde o realidad?

En un mundo donde la sostenibilidad se convierte cada vez más en una necesidad imperativa, los bioplásticos emergen como nuevos materiales, fruto de la innovación y la responsabilidad ambiental. Pero ¿son realmente una solución viable o solo otro “mito verde”?

Según European Bioplastics, un material es considerado bioplástico si es biobasado, biodegradable, o tiene ambas características. Muchos de estos se producen a partir de recursos biológicos renovables, en lugar de petróleo, por lo que representan una solución verde al ser potencialmente biodegradables y compostables. De esta forma, al ser derivados de fuentes renovables, disminuyen la dependencia de los combustibles fósiles, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción plástica convencional.

Los bioplásticos representan cerca del 0.5% de las más de 400 millones de toneladas de plástico producidos anualmente a nivel global. No obstante, se prevé que su capacidad de producción aumente de forma considerable, pasando de alrededor de 2.18 millones de toneladas en 2023 a cerca de 7.43 millones de toneladas en 2028. Este crecimiento refleja no solo un avance tecnológico, sino también una respuesta a la creciente demanda de alternativas sostenibles.

En República Dominicana se están dando pasos importantes hacia el desarrollo de estos materiales. Organizaciones como el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) están a la vanguardia, con iniciativas como la puesta en marcha de la Unidad de Innovación de Bioplásticos y Biomateriales en colaboración del proyecto “Caribe Circular” y la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ). Esta unidad ha comenzado a realizar investigaciones para el desarrollo de bioplásticos y, próximamente, ofrecerá programas de formación en el área, así como diversos tipos de servicios profesionales.

La integración de los bioplásticos en la cadena de producción dominicana ayudará a reducir la dependencia de las importaciones, crear oportunidades económicas para agricultores y emprendedores. Además, representa una respuesta efectiva a desafíos medioambientales cruciales como la contaminación oceánica y la gestión de residuos, especialmente significativos para un país insular como República Dominicana.

Los bioplásticos son una realidad con un potencial significativo, aunque aún enfrentan desafíos en términos de costos de producción y escalabilidad. Su desarrollo sostenido y la implementación de políticas de apoyo son cruciales para que estos materiales cumplan su promesa de sostenibilidad y eficacia. Continuar estrechando la colaboración entre los sectores académico, industrial y gubernamental será vital para alcanzar el modelo de economía circular del futuro.

El autor es profesor Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)