FMI: La misma historia
Por ahora, oigan bien, por ahora, la misión del FMI que nos visita no viene a imponer sino a recomendar, como lo ha hecho en los últimos 10 años. El problema es que no le hemos hecho caso a sus recomendaciones. Nos dejan su informe y los despedimos en el aeropuerto. El informe se archiva, esperando la próxima misión.
¿Y que nos ha dicho el FMI en múltiples ocasiones? Veamos: “La economía de la República Dominicana ha sido una de las más dinámicas y resilientes del continente americano en las últimas dos décadas. Las reformas y las sólidas políticas monetaria y fiscales aplicadas han afianzado los marcos macroeconómicos —destacándose la meta de inflación y la introducción de un marco fiscal a mediano plazo—, así como el sistema bancario, y la consiguiente estabilidad macroeconómica, ha atraído considerables flujos de inversión extranjera directa, lo cual ha permitido que el ingreso per cápita haya aumentado en más del doble y que la pobreza se haya reducido a la mitad. Excelente. Ahora las recomendaciones que no se aplican (resumidas):
Política monetaria y tipo de cambio. La recapitalización del Banco Central reforzará su autonomía y deben tomarse acciones urgentes al respecto. Igualmente, flexibilizar el tipo de cambio, reducir la deuda y aumentar las reservas del Banco Central, es esencial.
Política fiscal. Mejoras adicionales a los marcos de políticas fiscales—incluyendo la introducción de una ley de responsabilidad fiscal, mejoras en la gestión financiera pública e incremento duradero de los ingresos mediante la ampliación de la base impositiva y la reducción de las exenciones que apoyarían la sostenibilidad fiscal reduciendo la deuda y los déficits. Política financiera. Es necesario seguir avanzando en la modernización del marco regulatorio y en ampliar el conjunto de herramientas macro prudénciales. Reformas estructurales. La mejora de las instituciones públicas, la gestión de gobierno y el clima de negocios, son fundamentales para promover un crecimiento inclusivo y resiliente. Las autoridades deben perseverar en las reformas del sector eléctrico y seguir adoptando políticas para mitigar los efectos del cambio climático. O sea, todo lo que supone reformas en lo fiscal, eléctrico, del estado, del sector financiero y monetario, la responsabilidad fiscal y el clima, han sido por años recomendadas por el FMI. El presidente Luis Abinader, en línea con estas recomendaciones y más allá, presentó 13 proyectos de reformas en el 2021 a la mesa de diálogo, pero la politiquería e intereses espurios han impedido que estas se concreten. Llegó la hora del gran cambio porque la paciencia tiene límites.