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PUNTO DE MIRA

La difícil democracia interna

La lucha interna en el PLD pone al descubierto las armas que se emplean para hacer valer los intereses de las partes y se visualiza que la democracia es la opresión de la mayoría que obliga a la minoría a actuar en contra de la propia voluntad, algo que no es fácilmente aceptado. Es más, tampoco la mayoría acepta la democracia porque cuando hay disidencia busca aplastarla. La democracia es un truco dorado.

Está probado que la democracia es buena para quien tiene el poder. La democracia es la opresión de la mayoría que obliga a la minoría a actuar en contra de la propia voluntad, algo que no es fácilmente aceptado. Es más, tampoco la mayoría acepta la democracia porque cuando hay disidencia busca aplastarla. La democracia es un truco dorado.

Esta probado que la democracia es buena para quien tiene el poder.

La última muestra de la democracia interna la veo en las reacciones de los danilistas contra un grupito que le pide a Danilo Medina que mantenga su palabra de no buscar la presidencia del PLD. Esta minoría de dirigentes actúa de manera inteligente porque en sentido lato no trasgreden la voz del líder, pero los agentes de éste tildan el reclamo de acto de traición y reaccionando como cancerbero de Hades, se lanzaron desaforados a destrozar sus reputaciones.

Danilo es político que no teme mentir, dice lo que hay que decir, aunque al otro día se desdiga. En su portafolios hay muchos ejemplos. Eso de dejar la presidencia del PLD es otra garoita. El veterano político enjabona el camino para que sus compañeros resbalen, lo hizo como presidente de la República cuando alteró las primarias contra Leonel; uso al Penco en lugar de los que aspiraban la candidatura del PLD; usó la Alianza RD de torniquete contra la FP y lo ejecuta otra vez contra sus seguidores.

Danilo no soltará la presidencia del PRM. Todo lo que haga o diga en sentido contrario es puro teatro para manejar la lucha interna. Es la misma historia de siempre enfocada en la dialéctica de los procesos internos de los partidos políticos.

Veamos el caso PRD como materia prima: Bosch rechazó aceptó la dictadura de la mayoría en el PRD, y convirtió el PLD en su morada donde era ley, batuta y constitución; Peña Gómez ni Majluta aceptaban las fuerzas del otro y fundaron sus tiendas momento que aprovechó Hatuey Decamps para avanzar fuerzas propias y resguardar el PRD para de Peña y lo retuvo hasta que Hipólito trancó el flujo interno de aspirantes presidenciales y lo expulsó; luego Hipólito y Abinader en el PRD armaron un rebú y artillados de blancas sillas la emprendieron contra Miguel Vargas para agruparse como PRM; la última entrega fue la rebeldía de Leonel contra la mordaza en el PLD, él atrapó la sábana por un canto y se marchó con su minoría.

Los disidentes en el PLD las tienen para perder con el consuelo que la lucha interna es eterna y podrían ser la señal del cambio.

El camino que se vislumbra en el PLD ya está avanzado en el PRSC y el PRD. La atomización de las agrupaciones políticas dominicanas podrían ser objeto de estudio sobre los factores detonantes. Quizá sea una pista que la democracia interna en los partidos sea el caldo de cultivo y que su manejo a puede acelera el proceso de cambio hacia otra marca.

En política no hay nada rotundo. Afirmar que se apagó la luz de la estrella amarilla es temerario. Aunque en el PLD la mayoría se inclina por un liderazgo ya probado, que esté opaco no significa que su desaparición sea mañana. Se reconoce que la pérdida del atractivo morado pueda inducir la creencia que un salto a la FP no califica como una traición o fomentar la tentación de fundar la propia tienda o insertarse en el partido de gobierno, aunque allí la militancia es mucha y el maná se achica. El tiempo dirá.

También hay que entender el aferre de Danilo a su PLD porque es su escudo y pieza de negociaciones como las que tiene con Hipólito. Sabe lo difícil que su partido pueda remontar vuelo o vea como mucho trabajo empezar una nueva franquicia. En ese colectivo tiene marca propia y no va a cederla sin ofrecer resistencia, de manera que allí la lucha interna tomará el curso de soterrarse, los rebeldes deben tener en cuenta que el líder es un veterano y no les permitirá que amplíen sus raíces por eso trazará un cerco y aniquilamiento.

Los agrupamientos, las tendencias, cualquier tipo de confluencia política es algo natural y no obstante se persiga la disidencia esta no desaparecerá, sino que tomara nuevas encarnaciones.

Pero siempre es oportuno recordar que la democracia es un caramelo que disfrutan los que lo tienen en la boca.